Tapear cuesta un 20% mas que hace un año.



Consumidores critican la subida «desorbitada» de los precios del café, la caña de cerveza y los aperitivos Hosteleros dicen que se están «esforzando al máximo» para no trasladar el alza de los alimentos a sus cartas.

La espiral de subidas que padecen desde hace meses los hogares continúa girando. Y levantando ampollas a su paso. Primero fue la cuota de la hipoteca (al alza por la continua escalada del euríbor). La cesta de la compra se convirtió en la segunda víctima de este aumento de precios, que en el último año superó el 6%. El pasado 1 de enero este escenario se recrudeció con los tradicionales incrementos en las facturas de servicios básicos como la luz, el agua, el gas o los transportes. La hostelería ha sido ahora la última ficha en caer por este imparable efecto dominó que mantiene a los presupuestos familiares pendientes de un hilo. Las organizaciones de usuarios denuncian que tomarse un café, una cerveza o una tapa resulta hoy hasta un 20% más caro que hace un año.

Desde la Unión de Consumidores de Andalucía (UCA) critican que los bares, restaurantes y cafeterías están elevando el precio de los productos «sin mesura alguna», dando así una nueva vuelta de tuerca a la ya de por sí sobreendeudada economía familiar de los malagueños.

José Luis Gómez, secretario general de UCE-Andalucía, asegura que desde mediados del pasado ejercicio, los consumidores están «muy molestos» por el encarecimiento que han experimentado algunos productos. Una crispación que, tal y como explica, se ha agudizado con las nuevas subidas de enero. «Tras meses de incrementos de alimentos básicos como la leche o los huevos, llueve sobre mojado. La cuesta de principio de año se está volviendo más empinada con los repuntes que están registrando las consumiciones en la hostelería», apostilla.

Veinte céntimos más

De esta manera, tal y como ha constatado la UCA en sus estudios, el café que tradicionalmente se venía cobrando a un euro cuesta ahora diez o veinte céntimos más, al igual que la caña de cerveza. En cuanto a la tapa, la organización sostiene que difícilmente se puede encontrar ya alguna que se sitúe por debajo de la barrera de los dos euros.

Este reajuste ha ido yendo a más desde la entrada en vigor de la moneda europea. Las quejas de las organizaciones de usuarios apuntan a que en seis años los precios se han multiplicado. Basta unos ejemplos: comprar una barra de pan cuesta hoy el doble que hace un lustro. Igual de llamativo es el sobreesfuerzo (por encima del 100%) que representa actualmente el tomarse un zumo de naranja, un sandwich mixto, ir al cine o llenar el carrito con la compra semanal.

María Huelin, vicepresidenta de la Asociación Andaluza de Consumidores y Amas de Casa Al Andalus, insiste en que «ha subido todo» y hace hincapié en el daño que están haciendo estos incrementos por encima de la inflacción en el bolsillo de los malagueños. Recuerda que este escenario es fruto de los continuos encarecimientos de los alimentos básicos y, para combatirlo, insta a los usuarios a que comparen precios entre distintos establecimientos y que hagan cuentas para comprobar hasta qué punto pueden absorber los nuevos costes.

A pie de calle, la irritación es evidente. Todos a una, los malagueños consultados por SUR coinciden en que los costes se han puesto «por las nubes» y argumentan que los sueldos siguen congelados mientras las tarifas no dejan de encarecerse. Cintia Moreno, una joven dependienta, afirma que llegar a fin de mes se ha convertido en una carrera de obstáculos. «Los salarios no se pueden estirar más y, sin embargo, todo esta carísimo. Merendar un café y un sandwich al lado del trabajo me cuesta ya más de tres euros. Quinientas pesetas de las de antes», dice.

Reacciones del sector

Los hosteleros recalcan que no son ajenos a la delicada situación económica de las familias. Hecho el matiz, recuerdan que el sector ha ido absorbiendo el encarecimiento de las materias primas registrado a lo largo de 2007 y que no tienen «más remedio» que trasladar alguna de esas subidas al cliente. Al respecto, la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR) calcula que los precios en bares, cafeterías y restaurantes subirán este año una media del 5%, aunque precisa que los productos más consumidos, como el café, la caña o las tapas, se incrementarán bastante por encima de este porcentaje.

El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Málaga (Aehma), Rafael Prado, coincide con la valoración de la patronal y hace hincapié en que están haciendo «un gran esfuerzo» para no reflejar las alzas en sus cartas. «El cliente es nuestro mayor tesoro, y en estos momentos delicados en el terreno económico, no podemos subir las tarifas, pero en algunos casos es inevitable», reconoce.

Para controlar las tarifas, la Agencia de Defensa de la Competencia de Andalucía anunció el jueves que pondrá en marcha este año un portal de precios para orientar al consumidor en sus decisiones.

20 de enero de 2008
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