El agujero crece: los gaditanos deben 2.700 millones más que hace un año

La deuda de empresas y hogares con las entidades financieras sigue en aumento en 2008 y se sitúa en 22.600 euros por habitante · Por cada 10 euros prestados, sólo hay cuatro en depósitos de ahorro.
No sólo las empresas afinan sus presupuestos. También los hogares se han visto obligados a adaptar sus "microcuentas" al alto endeudamiento acumulado en los últimos años de boom inmobiliario y, sobre todo, consumo rápido, fácil y despreocupado.




El objetivo es común: no sucumbir ahogados por las deudas financieras y ahorrar al máximo para pertrecharse ante el actual y venidero escenario de crisis.

Sin embargo, no todos han podido reaccionar a tiempo y la consecuencia es que la deuda financiera sigue creciendo pese a que las entidades financieras han cerrado el grifo. Refinanciaciones, aplazamientos, créditos para pagar los créditos..., el saldo pendiente con las entidades bancarias sigue estirándose muy a pesar de los bancos, cajas y cooperativas, que ya en el segundo semestre de 2007 emprendieron un viraje total desde el crédito hacia el ahorro para mejorar sus niveles de liquidez y evitar un peligroso aumento de la morosidad que hasta ahora se había movido en niveles mínimos (la previsión es un 2% a final de año).

En la provincia de Cádiz, el crecimiento de la deuda privada en el último año ha sido del 10,3%, un porcentaje que podría considerarse moderado en comparación con los que se registraban antes pero que equivale, en términos absolutos, a la friolera de 2.700 millones de euros. Es el último balance realizado por el Banco de España, correspondiente al primer trimestre de 2008. Al término de estos tres primeros meses, las empresas y familias de la provincia debían a las entidades crediticias 27.563 millones de euros, mientras que un año antes eran 24.987 millones.

El avance es más suave pero sigue desatando las alarmas porque llueve sobre mojado, sobre muy mojado si se trata de Cádiz, la provincia con menor capacidad de ahorro del país y con un nivel de solvencia mucho peor que el existente a principios de siglo. Entonces, favorecidos por los bajos tipos de interés, los créditos subían como la espuma. A finales de 2004, la cartera financiera de las entidades bancarias de Cádiz no pasaba de los 15.100 millones de euros. Doce meses después, estaba ya en los 19.500 millones y en 2006 se estiraba hasta los casi 24.000. En dos años, los bancos, cajas y cooperativas prestaron en la provincia 9.000 millones, con lo que el negocio se elevó un 60%, es decir, un promedio anual del 30%, tres veces más que en la última oleada contabilizada por el Banco de España.

Además, a estas obligaciones privadas hay que sumar los 867 millones que tienen en préstamo las administraciones públicas, con lo que el agujero total de la provincia es de 28.430 millones y una ratio por habitante de 22.600 euros.

Es un volumen de deuda considerable, pero inferior al que registran provincias similares a Cádiz en población. Por ejemplo, Baleares, La Coruña o Las Palmas, las tres en la órbita de 1,2 millones de habitantes, están por encima y la única que se mantiene a la zaga es la Comunidad de Asturias, que, con 1.075.000 vecinos, tiene contratados en los bancos créditos por valor de 26.740 millones. La causa probable sea el menor nivel de vida de Cádiz: menos ingresos, costes más bajos y, por ende, créditos de menores cantidades -aunque el peso en la economía familiar resulte el mismo o, incluso, mayor-.

Este endeudamiento no agrada en nada a las entidades financieras, que se han lanzado a la captación de pasivo. Según el mismo balance del Banco de España, a la conclusión del primer trimestre, los gaditanos tenían 11.140 millones de euros en depósitos de ahorro. Es decir, 9.230 euros por cabeza que representan también un estirón, aunque inferior al experimentado por los créditos, sobre lo que había hace un año: un 7,2%.

En este apartado se da la vuelta la tortilla y la provincia sí despunta. Pero para mal. Como es bien sabido y estadísticas de diferentes organismos reflejan año tras año, los gaditanos son los que tienen menor capacidad para ahorrar. La consecuencia es una cobertura muy baja para los bajos: por cada diez euros prestados sólo hay cuatro "ingresados" en depósito.

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