Falta de liquidez:
Lo siento, no he podido evitarlo. He visto una fotografía de Zapatero con todos sus miembros y miembras y enseguida me he preguntado: ¿Cuántos sobran, mare mía de mi alma?
Inmediatamente, por asociación de ideas, he imaginado el mosaico que podría formarse con todas la consejerías y sus presidentes en cabeza, más todos los ayuntamientos, alcaldes rodeados de su plebe, más las leales oposiciones, más los cargos de confianza, más los asesores áulicos, más los dos millones y medio de funcionarios. ¡Bueno…! Pregúnteselo usted mismo: ¿Sobran algunos? ¿Con la supresión de la mitad se resquebrajaría el Estado?
Perdone que se lo plantee tan crudamente, pero aplicando sólo la regla de tres, las cuentas saldrían bordadas, y si a esto le añade que con el dinero que a usted le sacan de su bolsillo se pagan tantas canonjías y además van a echarle un cable a todos los especuladores que han llegado a poner la economía contra las cuerdas, dígame entonces para quién trabaja.
180.000 millones han desembolsado los bancos centrales de seis países de la zona euro para inyectarle liquidez ¡a los bancos privados! Si usted –Dios no lo quiera–, tuviera falta de liquidez, pues a fastidiarse y, llegado el caso, le embargarán el piso, el coche, incluso el vídeo y el televisor.
De nada le servirá crear Asociación de Tiesos Endémicos: no le harán ni puñetero caso, usted es un moroso de mierda que no debe esperar que el banco de la esquina, ese en el que cobra su pensión o su paguita mensual, donde lo conocen de toda la vida, ese mismo banco, digo, al que usted ha contribuido, modestamente, a cuadrar su cuenta de resultados (la del banco, claro), será el primero en saltarle a la yugular porque su morosidad y la de unos pocos desgraciados como usted, no es que ponga en peligro a la entidad bancaria, sino el puesto de trabajo del interventor, del cajero y del director, los pobres, que ya no tienen ni botones para los recados.
Usted, en vez de ir pagando a trancas y barrancas todo lo que ha comprado a plazos; en vez de tener su casa arregladita, su coche con 200.000 kilómetros en los cilindros, y ese lujazo de tener un campito, hijos estudiando fuera y vacaciones de paquete, usted, ya digo, debería de haber especulado haciendo una pella de esas que a los bancarios los obliga a tratarle de usted y a que le regalen agendas y bolígrafos. Pero no, usted se empeñó en ser decente, no quiso entrar en política ni formar entre los paniaguados de cargos de confianza ni de asesor cum laude, ¿cómo va a pretender que nadie le eche una mano ante su falta de liquidez? Eso, ya se lo he dicho, queda para los que han estado, están y estarán en la pomada, para los que nunca notarán las crisis por crudas que sean, para los que pueden decir que están arruinados mientras tienen sus dineros en paraísos fiscales. No sé si me explico.
Lido hoy en Cartas al Director del Diario El Faro.
Falta de liquidez, ¿me explico?... por FC
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