Siendo yo pequeño, se formó un revuelo en el cuartel de la guardia civil, porque no habían regresado dos guardias de sus servicio que hacián antes de tres días en el campo. Salieron a buscarlos y consiguieron dar con ellos en medio del monte junto a una hoguera con fuertes dolores de estómago, vómitos e inconscientes. Don Juan Marina y Don José Montero, pusieron toda su ciencia a disposición de los dos incautos picoletos
y les practicaron vomitivos e inyecciones de la época. Cuando estuvieron en disposición de poder hablar contaron que se habían comido cada uno dos huevos fritos con "cebollas marranas" y desde entonces en Jimena sabemos que esas cebollas son tóxicas y pueden causar la muerte a quien las coma. Al ver esta cebolla tan lustrosa y que todavía debe estar allí en el "Bujo" me dije..... la voy a fotografiar para que a ningún jimenato de los de ahora se le ocurra hacerse un par de huevos fritos o una tortilla.
Cebollas Marranas ... por Currini
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