Mis recuerdos del 23 F... por José Carracao


Como tenía costumbre, recuerdo que aquella tarde, me encontraba en el Bar de Fernando Vargas, tomaba café con algunos amigos, haciendo algo de tiempo, porque había convocado Pleno del Ayuntamiento para esa misma noche.
Con cara de preocupación entró Antonio Álvarez (compañero y amigo, fue maestro en el Reina de los Ángeles durante muchos años, a él me unía muchas cosas, sobre todo afecto y simpatía) me llamó, una vez en la calle me dijo: "he oído en la radio, que en el Congreso ha irrumpido la Guardia Civil, todo tiene pinta de ser un golpe de Estado".

No sé por qué causa, pero ambos nos dirigimos al estanco de Dª Julia y allí Pili Torres, nos dejó escuchar la radio y pude comprobar que lo que me decía Antonio era cierto. Un tal Tejero, Comandante de la Guardia Civil, había asaltado el Congreso y mantenía retenido en él, a los miembros del Gobierno, incluido el propio Presidente Suárez y a todos los diputados, que celebraban sesión.
Me fuí para el Ayuntamiento a esperar que fuesen llegando los concejales.
Algunos no sabían lo que estaba sucediendo. Decidimos no celebrar el Pleno (hoy lo considero un error). Les recomendé que se fuesen a sus casas y que aguardasen allí acontecimientos. No sabía cuál podía ser la reacción de algunos a los que no les gustábamos la gente de izquierda. No sabía cuál sería la reacción de la Policía Local que teoricamente estaba bajo mi mando ( era gente mayor, no disponían de armamento, salvo la consabida porra), no sabía cuál sería la reacción de la Guardia Civil, cuyo Comandante de Puesto era el cabo primero Tocón.
En la sede del PSOE, nos reunimos algunos militantes, Quico Mena "Parauta", Jacinto Boza, Diego "Potaje", Práxedes, José Jiménez "el electricista", Miguel Cárdenas "el sastre" y algún otro que no consigo recordar. Todos me pedían que pusiese pies en polvorosa. Que me quitase de en medio. Que yo era el más significado y que de seguir el Golpe, podía haber revuelos. Ellos hacían comentarios de algunos de los que creían que podían salir a la calle.
No es que yo no tuviese cierta preocupación, la tenía. Pero el sentimiento que en aquel momento me embargaba y lo digo de todo corazón, era el de pensar que no podía ser que la incipiente Democracia que habíamos conseguido, la tirasen por la borda algunos bárbaros. Tenía la intuición de que se tenía que resolver. Tenía la intuición de que este país nuestro, latino y sangriento, no iba a volver una vez más a las armas, para resolver nuestras diferencias.
Por otra parte, ¿a dónde podía ir yo?. ¿Cómo me iba a ir y dejar a Olimpia sola con José A, que apenas tenía algo más de 2 años?
Jacinto, colocó una escalera por la trasera de los pisos de maestros, por si tenía que salir por patas.
Desde mi casa, vivía en los pisos de maestros, frente al Cuartel de la Guardia Civil, observaba todo el movimiento que había en el cuartel. Vi a mucha gente entrar y salir de él. Algunos, que me reservo sus nombres, intuía que iban a ofrecerse por si tenían que dar "el paseillo" a algunos, como en otros tiempos afortunadamente superados. Es verdad que no fueron muchos.
A las 01.30 horas del 24-F, un poco después de la intervención del Rey en televisón. Sonó el timbre de mi casa. Era Tocón, que se puso a mis órdenes, diciéndome que estaban en el cuartel para cualquier cosa que necesitase. Ese ofrecimiento lo recibí con cierta frialdad. Reconozco que me habría gustado que lo hubiese hecho antes, por mi tranquilidad y por la de Olimpia, que desde que supo la noticia, estuvo muy preocupada por mí. Lo cierto es que me dije, "más vale tarde..."
La respuesta del pueblo, de forma abrumadoramente mayoritaria fue ejemplar. Jimena tenía muchos deseos de Libertad, de Democracia, de expresarse libremente. Jimena tenía depositadas sus esperanzas de futuro en nosotros, los socialistas. Estaba empezando a apreciar una forma distinta de gobernar, estaba empezando a apreciar como se ayudaba más a los que más lo necesitaban, empezaban a apreciar como las puertas del Ayuntamiento las abrimos para los ciudadanos y allí llegaba todo el que quería a exponer y solicitar lo que desease y siempre encontró voluntad de ser atendido en sus demandas, aunque no siempre se pudiesen atender.
En aquellos tiempos la crisis era aún peor que hoy. Más de 400 desempleados del sector agrícola, trabajaban sólo un día a la semana en el empleo comunitario. A muchos enfermos, desde el Ayuntamiento le gestionábamos asistencia sanitaria en el Hospital Mora en Cádiz, a través de la Beneficiencia, por poner sólo dos ejemplos.
La gente premio nuestros esfuerzos, concediéndonos en las elecciones de 1983, 12 de los 13 concejales, y así seguimos con 12 de 13 en el 87 y 10 de 13 (aunque con los mismos votos) en 1991.
La respuesta de Jimena y de sus núcleos, fue ejemplar. En autoboses nos trasladamos a Cádiz, unos días después, hablo de memoria, creo que fue el 27-F, a respaldar una manifestación de apoyo y en favor de la Democracia, que fue la más importante que se recuerda en la Historia de Cádiz.
Saludos cordiales... José Carracao.
Nota de Tiojimeno:¿Que hacías tu el 23-F de 1981? Envíanos tu comentario.
Además puedes leer el articulo de Zapatero sobre sus recuerdos del 23 F pinchando AQUI

23 de febrero de 2009
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