Sus salarios son de dos a tres veces inferiores a los de otros países europeos.
La enfermera entra en plena consulta sin avisar. "Doctor, no podemos poner la citoscopia que pide el viernes. No quedan horas libres", dice desde la puerta. El urólogo, impasible, le responde: "Ponla al final, como suplemento. Lo más probable es que ese paciente tenga un cáncer de vejiga y no puede esperar hasta septiembre". Pocos minutos más tarde, suena el teléfono. El doctor sigue sin inmutarse: "Como usted diga. Si no le puede hacer un hueco a alguien con cáncer de vejiga, no lo haga", dice y cuelga sin despedirse.
Algo después, una nueva enfermera irrumpe en la sala y le explica que tienen dos citoscopias para el viernes. "Si quiere, cancelamos la menos urgente y hacemos un hueco", sugiere. Al doctor no le parece buena idea. Tampoco que encontrar un "hueco" para un paciente grave dependa de la voluntad de los facultativos que lo atienden. Pero al final deciden hacer el cambio cuando descubren que una de las pacientes previstas para el viernes tenía concertada la visita posterior a la prueba con un urólogo distinto al suyo, porque este estaba de vacaciones.
"El problema es que todo está mal organizado. No faltan demasiados médicos, pero estamos mal repartidos". Y mal pagados, critica este urólogo, que prefiere ocultar su nombre por temor a represalias. A sus 60 años ya ha renunciado a hacer guardias en el hospital madrileño donde trabaja para completar el sueldo porque no está para "tantos trotes".
Los profesionales de la Sanidad española no dan abasto. Los especialistas se las ven y se las desean para meter a sus pacientes en las listas para hacerse una prueba antes de que sea demasiado tarde. El Ministerio de Sanidad calcula que faltan unos 3.200 facultativos, sobre todo médicos de familia y pediatras. El Consejo General de Enfermería, por su parte, calcula un déficit que roza las 150.000 enfermeras. Si a eso se suma una mala gestión de los recursos humanos, como denuncian los sindicatos, el resultado es que los médicos de atención primaria apenas tienen cinco minutos para atender a cada paciente, los de Suecia disponen de 35.
Multifunción
"No tengo tiempo para hacerlo todo y tengo que compaginar mi trabajo en áreas totalmente distintas", lamenta una enfermera del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Siente que su profesión está menoscabada desde que el pasado 13 de julio el error de una enfermera mató a Rayan .
La muerte del bebé que sobrevivió a la de su madre, la primera víctima de la nueva gripe en España, ha puesto sobre la mesa uno de los problemas que médicos y enfermeras vienen denunciando desde hace años: el aumento de los contratos basura. "La Sanidad es el ámbito de la administración española donde se dan más contratos en precario", denuncia el vicesecretario de la Organización Médica Colegial (OMC), el doctor Jerónimo Fernández Torrente.
Contratos muy cortos
"En algunas comunidades, como Madrid, se están haciendo contratos muy cortos, algunos de unos días o para unas guardias. Por eso muchos se van a la sanidad privada, donde les ofrecen mejores condiciones. Sólo el 60% de los médicos trabaja en la pública", critica la presidenta de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública, Carmen Ortiz.
El vicesecretario de los colegios de médicos añade que el sueldo de un profesional, desde que empieza a ejercer hasta que se jubila, apenas crece un 15%. Además, cobra mucho menos que sus colegas europeos. De media, un español gana entre 2.500 y 3.000 euros netos al mes. Fernández Torrente explica que, en Portugal, cobran desde "1,5 veces más hasta el doble". En Francia, Gran Bretaña o Alemania, la cantidad se llega a triplicar.
También las enfermeras españolas cobran menos que en Reino Unido e Irlanda, donde el salario neto mensual es de unos 4.000 y 3.000 euros, respectivamente. Las españolas perciben por su trabajo prácticamente la mitad: una media de 2.100 euros, según el Consejo General de Enfermería.
Los salarios, la estabilidad laboral y la calidad de su formación explica que muchos médicos y enfermeras acaben ejerciendo en el extranjero. En 2007 (último año registrado), se marcharon 650 facultativos. Desde 2001, se han ido 6.194. El número de médicos que ha venido a España es mayor: en 2007 se homologaron 5.383 títulos. La cantidad de enfermeras que emigra también es significativa. En 2007 se fueron 507; desde 2001, 3.664. Otras 2.801 enfermeras extranjeras convalidaron sus títulos en España en 2007.
El presidente del Foro Español de Pacientes, Albert Jovell,cree que se exagera cuando se habla de médicos que ejercen en el extranjero. "No se van tantos. Los que lo hacen es porque viven en zonas fronterizas y pueden optar a un sueldo mejor", sostiene.
La precariedad varía mucho por comunidades. "El carácter funcionarial de los médicos no se da en ningún otro país del mundo. Desde que hace tres o cuatro años, las comunidades abrieron la última oferta pública de empleo, varias promociones de médicos están interinos, sin plaza fija", explica la autora del informe del Ministerio de Sanidad Oferta y necesidad de especialistas médicos en España, la profesora Beatriz González. La cantidad de contratos más o menos estables también depende de cada gobierno regional, agrega.
Leído hoy en http://www.publico.es/espana/241023/precariedad/laboral/merma/sanidad/publica
Gobierno y colectivos profesionales cifran en 3.200 el déficit de médicos y en 150.000 el de enfermeras
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