Jan Webster y Jimena ... por José Regueira Ramos.


Sobre el acto celebrado en memoria y homenaje a Jan Webster, al que asistí, quisiera exponer algún comentario. Lo primero, registrar la numerosa concurrencia de miembros de nuestra colonia extranjera, constituida mayoritariamente por ingleses. Lo segundo, mostrar mi extrañeza por la escasa asistencia de jimenatos. Creo que la figura entrañable de “nuestra” Juana “La Loca” se merecía la presencia de más convecinos y, sobre todo, la asistencia de algún representante municipal bien en representación oficial o de forma oficiosa. En tercer lugar, expresar que allí quedó patente no solo el cariño que se le tenía a esta entrañable mujer que convivió quince años con nosotros, sino que también quedó de manifiesto su calidad humana excepcional, incluso superior a lo que pudiéramos suponer quienes aquí la conocimos.

Desde Inglaterra llegó expresamente una amiga suya que hizo uso de la palabra (con traducción de ese inigualable introductor de extranjeros que es Alberto Bullrich) para exponer una semblanza biográfica de Jan. Australiana de nacimiento, fue enfermera especializada en asistencia psiquiátrica, cargo que desempeñó en Londres desde muy joven, habiendo sido enfermera jefe antes de cumplir los 30 años. Luego estudió antropología y residió en Tanzania y algún otro país africano, en donde dejó constancia de su dedicación profesional y humana. Al parecer le atraía estudiar el fenómeno de la brujería y el curanderismo que proliferaban (y proliferan) en los países africanos.

En Jimena, por su espontaneidad, simpatía y actitudes a veces un tanto extravagantes se ganó el apodo de Juana “La Loca”. Su particular sentido del humor la llevaba a pintarse la cara al estilo africano o a enfundarse el uniforme de jefe de estación y ponerse a dirigir, bandera roja en ristre, la circulación de trenes en la Estación de San Pablo, cuyo edificio hoy convertido en un original restaurante visitaba con frecuencia. En el folleto que en el acto se exhibía y en otras fotografías expuestas se mostraba con estos disfraces. Esta espontaneidad le permitía una fácil integración con la población local.

Pero si algo hay que destacar de Jan es su extraordinaria generosidad, de la que dejó constancia en Jimena. Por un lado, siempre estaba dispuesta a prestar sus auxilios profesionales, de forma desinteresada, a cualquier enfermo que lo precisase. Así se vino no sé si de Londres o de Australia para Jimena en cuanto se enteró de la enfermedad de su amigo Hammo Sassoon (otro británico-jimenato con el que Jimena sigue en deuda de reconocimiento a su labor), al que cuidó primorosamente hasta su fallecimiento. A otros enfermos también los atendió profesional, generosa y desinteresadamente. Otra muestra de generosidad (¿o quizá de locura?) es darle a una persona que acabas de conocer ese mismo día las llaves de tu casa de Londres para que vaya a pasar allí los días que quiera. Aquí, en Tiojimeno, conocen bien esa “locura”.

Esta generosidad, espontaneidad y desprendimiento las puso a contribución en beneficio de la Asociación La Estrella del Regüé participando activamente en varios rastrillos organizados para recaudar fondas para esta asociación de niños con problemas. Hace unos meses sus amigos le organizaron una fiesta con motivo de su 70º aniversario. No admitió regalo alguno. Sólo dinero en metálico depositado en una hucha a beneficio de La Estrella. Se recaudaron unos 600 euros. Ahora, antes de su muerte, dejó ordenado que en el acto que se hiciese en su memoria se recaudase igualmente para esta asociación, con una “obligación”: había que superar la recaudación anterior. Misión cumplida: la recaudación superó los 1.000 euros. Lo que da idea de la generosidad de nuestros convecinos británicos… o del respeto que le tienen a las “órdenes” de Jan. Como el Cid, nuestra llorada amiga también está ganando batallas después de muerta.

No quiero terminar sin recalcar la gran labor de integración de la colonia británica en Jimena que está haciendo nuestro amigo Alberto, que quedó de manifiesto una vez más en este acto, en el que hizo de traductor y de integrador en la convivencia británico-jimenata. Igual que viene haciendo diariamente desde su blog en inglés dirigido a nuestros vecinos británicos. Creo que también con él está en deuda Jimena, al igual que con Jan, con Hammo y quizá con algún extranjero más.

16 de julio de 2009
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