Moratinos visita Gibraltar en lo que aún nadie (¿él?) tiene muy claro si es una inmensa bajada de pantalones o un hábil movimiento diplomático que pone la pelota en el tejado del gobierno yanito. Dados los precedentes, tampoco es de descartar que Gibraltar, además de lo que le regaló nuestro primer Borbón en el tratado de Utrecht, de lo que cogió por la cara en el Istmo, y de las aguas de las que poco a poco se va apropiando, acabe por ocupar el territorio español hasta la altura de Ubrique. God save the Queen.
Ricardo Tejeiro.
La viñeta de Ricardo Tejeiro
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