La viuda de Jose Luis Tobalina leyó un poema inédito dedicado a Jimena del poeta y periodista algecireño en la inauguración del Festival de Jimena.

Fue uno de los momentos emotivos del acto de inauguración de la IX Edición del Festival Internacional de Música de Jimena.
Tras la intervención del alcalde , Pascual Collado, éste invitó a la viuda de José Luis Tobalina, Montse Pérez, para que leyera este poema inédito dedicado al Festival de Jimena :
"Desde la carretera se vislumbra, como perezosa, perfilando la peña, dibujándose blanca sobre la tierra de miles de años, atesorando historias ancestrales que contar a las puertas de las casas.
En los últimos tiempos, Jimena se ha desperezado, con limpieza en la mirada, hasta convertirse en una especie de sirena en tierra de nadie. Y ha parido la música.
Hay barcos pintados en sus cuevas. Quizá en un tiempo fue mar, pero ahora es puerto. Sus calles, sus cuestas a la sombra de la cal, sus gentes, todo, forman una amalgama que solo puede ser imaginada, ni siquiera descrita, al sumergirse en ella con los ojos cerrados y los sentidos abiertos".
Es una tierra de lunas llenas derramándose lechosas sobre la tenue oscuridad de su presencia. Nunca de sus olvidos. Cuando asciendes hasta su centro neurálgico, atravesando un paisaje de casas recién construidas tienes la sensación de estar fradando la historia milenaria, de estar profanando la vida de sus gentes, pero todo, de pronto, se vuelve abrazo y te conviertes en un ser minúsculo, insignificante casi, mecido por sus calles como si fueras uno de esos niños que se asoman en las esquinas con sus ojos grandes curiosos.
Y también hay calor de alcobas recién aireadas, mesas repletas de gustos que uno no podía presagiar, manos que amasan los alimentos como quien amasa los milagros cotidianos, ojos que interrogan con dulzura al viajero hasta descubrir que necesitan y ofrecérselo sin lujos, con la sencillez que dan las buenas costumbres.
Y también hay amor.
Y silencios.
Y piedras desnudas haciéndose camino a cada paso.
Y palabras depositadas con mimo en atardeceres imperecederos.
Y sonidos antiguos.
Y sueños inolvidables.
Jimena es un lugar de encuentros con vocación de hogar, un alto en el camino. Un aljibe para caminantes sedientos, un poema recién abierto de par en par, un inmenso gramófono, un amanecer, un milagro en mitad del vacío que a veces te arroja la vida.

José Luis Tobalina.(1961-2009)