Esta imagen, de las que quedan muy poquitas en el pueblo, nos recuedan esas noches de lluvia y tormentas. La bombilla dentro de aquel casquillo viejo y mohoso, daba una luz ténue con las gotas de agua alrededor. La vieja "palometa" de hierro medio podrido aún conserva el encanto de lo antiguo y esas "tacillas" de china en la pared aguantaban los cables retorcidos y pasados por la humedad constante. Alrededor del "halo" luminoso revoloteaban numerosos escarabajos que se chocaban contra las palometas y caían al suelo haciendo un ruido muy extraño y otras veces eran aquellas enormes mariposas grises con "ojos" naranjas en sus grandes alas, las que volaban alrededor de la esquina para terminar metidas en una caja de donde las sacábamos después y acababan colgadas de las cortinas de nuestros dormitorios.
Un abrazo Currini
Foto: El Niño las Torres
Palometas
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