El Parque de Los Alcornocales (a caballo entre las provincias de Cádiz y Málaga) está considerado el espacio natural mejor conservado de toda Europa. Un amplio terreno de 168.000 hectáreas, que es además uno de los mayores alcornocales del mundo y el mayor de la Península Ibérica. Acercarse a visitarlo es una experiencia única. Un lujo poder pasear entre alcornoques, quejigos, encinas, robles, en un bosque primario que no ha sido alterado por la acción humana. Su abundante fauna se suma a los atractivos del lugar: comadrejas, jinetas, zorros, cabra montés y otras muchas especies entre las que destaca la nutria, que vive en las limpias aguas de sus ríos y arroyos.
EL Parque de Los Alcornocales ocupa un espacio privilegiado entre Tarifa, a la orillas del Atlántico, pero muy cerca del Mediterráneo, y Cortes de la Frontera, su punto más septentrional, ya en lo alto de la sierra. En medio, su inmensa extensión se perfila como un singular lugar de orígenes remotos y enorme riqueza.
LA visita a Los Alcornocales puede proporcionar suficientes sorpresas y placeres en diferentesjimena direcciones. Quienes van en busca de naturaleza en estado puro, pueden encontrar allí, además de un lugar de biodiversidad espectacular, espacios únicos, o casi. En ese parque se pueden recorrer varios ‘canutos’, que son accidentes geográficos causados por la erosión de los cauces de los ríos. A lo largo de los siglos, estos espacios horadados en los montes se han convertido en microclimas que en esta parte del mundo se definen como subtropicales. Sólo existen en este parque y en otra zona de Turquía. Tanto su flora como su fauna integran varias especies poco extendidas o verdaderamente excepcionales en los ecosistemas ibéricos.
PERO no es sólo por la naturaleza por lo que vale la pena acercarse a Los Alcornocales. A lo largo de la historia, la ocupación humana ha ido asentando en el parque diversas influencias. Desde los árabes, que fundas allí dos ciudades, Jimena de la Frontera y Alcalá de los Gazules, hasta las siguientes oleadas de instalación y uso de sus recursos, el parque ha estado sometido a buenas y malas presiones. La peor, las talas que provocaron las sucesivas guerras en las que el estado español se fue metiendo durante siglos. Pero uno de los mejores motivos para entrar en el parque es visitar la herencia que dejaron en él sus primeros ocupantes del género humano.
EN el Tajo de las Figuras se puede asistir a una de esas experiencias que se guardan en la memoria de por vida. Cientos de pinturas rupestres esperan allíalcalagazules1 desde el Paleolítico a que la mirada de los herederos de sus autores se pose sobre ellas. Animales reales o mitológicos, figuras antropomorfas, algo de vida cotidiana… El Tajo de las Figuras es un punto clave en el arte rupestre del sur, y también, en cierto modo, una declaración anónima pero firme de la importancia de la naturaleza en la vida humana. La observación de pájaros como actividad regular y organizada parece haber comenzado allí, antes de que a alguien se le ocurriera llamarla observación ornitológica. La intensidad poética de las imágenes no deja lugar a dudas: se trata de un conjunto artístico de primer orden.
EL Parque de los Alcornocales no está deshabitado. En él se pueden encontrar los núcleos ya mencionados, a los que se suman Benalup, en cuyo término municipal se encuentra el Tajo de las Figuras o Castellar de la Frontera. La visita a estos pueblos es obligada. A su encanto y sus recorridos históricos se suma una más que rica gastronomía, basada en las riquezas naturales de la zona.
PARA más información puede consultar aquí:
- WEB del Parque de Los Alcornocales: http://www.losalcornocales.com/
El Parque de los Alcornocales: Lugar mágico y próximo declarado Parque Natural en 1989
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