El grupo ecologista Agaden entregó anoche sus tradicionales premios Atila y Laurisilva con los que este colectivo reconoce desde 1989 la labor de defensa ambiental y las prácticas contrarias a la sostenibilidad de personas, colectivos o entidades públicas y privadas.
El acto se desarrolló en la Casa Verde de Agaden en Jimena, donde el vicepresidente de Greenpeace España, César Castaño, recogió el premio Laurisilva. En el lado opuesto, el premio Atila, será enviado al presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA), Manuel Morón, ya que -como suele ser habitual- no asistió ningún representante portuario al acto. A esta entidad se le concede el premio por, según los ecologistas, ser responsables de vertidos y actividades navales peligrosas para el entorno.
Agaden definió a Greenpeace como una leyenda del ecologismo y recordó que su buque insignia, el Rainbow Warrior, ha pasado tres veces este año por la Bahía de Algeciras para denunciar la degradación ambiental. Castaño agradeció públicamente el reconocimiento y manifestó la importancia y el compromiso estratégico de Greenpeace de trabajar en redes y en conjunto con las organizaciones ecologistas locales y provinciales. De hecho, el grupo trabaja en el informe Crisis ambiental y de salud en la Bahía de Algeciras para el Foro de Diálogo Tripartito, respaldado por Grenpeace, Agaden, Verdemar y los grupos ecologistas locales.
En tercer lugar concedió una mención especial a la buena labor medio ambiental a la plataforma contra la ampliación portuaria en Tarifa, Destino Tarifa por su buena labor medio ambiental en defensa de un desarrollo sostenible para el pueblo de Tarifa y el Campo de Gibraltar. Este premio fue recogido por los representantes del colectivo, quienes señalaron su interés en no cejar en su acción contra el proyecto.
Greenpeace recibe el premio Laurisilva concedido por Agaden
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