¿Quien puede hacer daño a un animal de esta manera?... por Marcos Fernandez

Quiero denunciar mediante las presentes líneas un hecho espeluznante que hace unos días ha sufrido una pobre gatita que, sin ser nuestra, tenemos acogida en el patio de casa como si fuera nuestra. Se trata de una gata blanca y negra, abandonada en la calle desde hace aproximadamente dos años y que hemos “adoptado” en el patio de casa. Una gata muy noble, que se deja querer y acariciar por la gente sin tener miedo a las personas. Pero, mucho me temo que a partir de ahora sí que va a temer a cualquier desconocido que se acerque a menos de un metro de ella. Las imágenes hablan por sí solas.

¿Cómo puede tener una persona la sangre fría de hacer daño a un indefenso animal hasta el punto de hacer lo que ha hecho con la pobre gata?, ¿no tiene sentimientos esa mala gente?

Leía este pasado fin de semana un bonito artículo titulado “Amar a un animal”, en el que se reproducen varias frases célebres de Anatole France, premio Nobel de 1921. Entre sus dichos memorables, hay uno que viene como anillo al dedo para esta denuncia, y es el siguiente: “Hasta que no hayas amado a un animal, parte de tu alma estará dormida”.

¡Y qué razón tenía el hombre!, pues está demostrado que aún existe gente sin alma, capaz de dirigir su mala leche contra un indefenso animal. Gente que seguramente no sean capaces de enfrentarse a alguien como ellos y demuestran su fortaleza y valentía de esa manera, quizás por hacerse el chistoso y quedar como un héroe delante de otros cobardes como él. Porque, ¿qué daño ha podido hacerle el pobre gato?. Quizá nuestro “héroe” sea supersticioso y el pobre gato se le haya cruzado por delante, alegando nuestro “héroe” que “eso trae mal fario” y como venganza le haya atravesado el cuello para que no se le cruce más por delante. Muy culto él, y muy valiente…, un héroe, vamos. Me gustaría ver si en su casa es tan héroe como en la calle. Como regla general, no suele ser así. Suele tratarse de personas que no mandan ni en su sombra y luego, de puertas para afuera, se creen Sansón. Lo que no sabe este tipo de personas es que los gatos tienen siete vidas y ellos sólo cuentan con una, y que lo que sí puede ser de “mal fario” es hacer daño a un animal de la manera en la que se la han hecho a nuestro gatito. Así que…, al tiempo, que el gato seguramente te salvará, y le seguirán quedando seis vidas, pero el alma “dormida” de estos insurrectos maltratadores de animales no la salva ya ni Dios.

Aprovecho para decir también que todo esto no quiere decir, naturalmente, que todos los amantes de los animales sean, por el mero hecho de serlo, gente maravillosa. De todos es sabido que Hitler adoraba a los perros y que sentía mucha más angustia ante la agonía de una langosta en la cacerola que ante el gaseamiento de un niño judío. Además, una investigación multidisciplinar realizada en Escocia hace unos años demuestra que la mayoría de los sujetos que habían sido denunciados por maltrato animal había cometido también crímenes violentos contra otras personas.

Lo dicho, que el alma de estos maltratadores de animales no la salvará ni Dios. Las fotos hablan por sí mismas.



Marcos Fernandez