El Castillo de Castellar abre la Semana Santa del Campo de Gibraltar con su Vía Crucis vespertino de Viernes de Dolores

El Ayuntamiento habilitará un microbús en Plaza Andalucía desde las 18.00 horas que sube al castillo y regresa tras finalizar la procesión. El castillo de Castellar de la Frontera vuelve a ser el marco excepcional de la procesión bianual de Nuestro Padre Jesús Nazareno. La imagen en procesión, las estrechas callejuelas andalusíes, las antorchas y el silencio son el marco de lectura de las catorce estaciones de penitencia en una de las procesiones más atractivas del sur de Andalucía

Fue en abril de 2006 cuando el cura de Castellar de la Frontera, José Carlos Mellado, ideó recuperar de forma bianual las procesiones en el interior del castillo de Castellar de la Frontera. Así, hace cuatro años, la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno regresaba a las calles estrechas de Castellar Viejo después de que cumplieran 35 años de que la Semana Santa desapareciese en este núcleo y 70 años de que quemaran la antigua imagen.

Este año y este viernes de Dolores, al igual que dos ocasiones anteriores, el castillo y su Alcázar vuelven a recuperar su práctica de estación de penitencia con la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Para los castellarenses, se trata de un acto que trasciende las barreras propias de la fe y la devoción. Supone una vuelta al núcleo originario de su identidad, abandonado hace cuarenta años por las comodidades y el progreso del nuevo pueblo de colonos. Castellar de la Frontera, conquistada por los íberos, fue pueblo amurallado, recio y difícil, pero excepcional.

Por ello, los castellarenses que suben y siguen en procesión la pequeña imagen del Nazareno, no lo hacen solos, caminan en silencio con todo el peso de sus generaciones pasadas en un ejercicio único de devoción y respeto.

La procesión del Vía Crucis la encabezarán los 20 penitentes y 45 costaleros hermanos del Nazareno ataviados con sus túnicas moradas y portando unos hachones para iluminar la comitiva. El Nazareno saldrá de la Parroquia del Castillo a las 20.00 horas en un trono pequeño que sólo procesiona en este marco, adaptado para el tránsito por las estrechas callejuelas del interior del castillo donde hay tramos que no superan el metro y medio de anchura.



Vecinos de toda la comarca acompañaron en 2006 y 2008 esta celebración participando de las 14 estaciones de las que se compone el Vía Crucis y respondiendo con devoción y recogimiento.

El Hotel El Alcázar de Castellar Viejo se convierte en el mejor lugar desde el que contemplar esta procesión por primera vez ya que se estrena como balcón de Semana Santa desde su apertura el año pasado.

Recomendaciones

Llegar a media tarde al castillo para evitar problemas de aparcamientos, que están limitados. También es posible subir en un microbús gratuito que facilita el Excelentísimo Ayuntamiento de Castellar que empieza a salir de la Plaza Andalucía de Castellar Nuevo a las 18.00 horas de la tarde. También estará disponible para el regreso cuando finalice el Vía Crucis.

Aprovechar y disfrutar de la oferta gastronómica y cultural del Castillo de Castellar una vez finalice la procesión. Para cenar, mejor reservar antes de llegar.

No te pierdas…

- El momento en que se inicia la procesión, antes de abrir las puertas, cuando el Párroco de la Localidad entrega al alcalde las llaves del templo para que sea él el que abra la Semana Santa del municipio en su primer acto. En este caso se trata del primero en toda la comarca.

- La llegada al punto sur de la Calzada de extramuros, donde el Nazareno contempla el pueblo nuevo de Castellar y toda la comarca a sus pies.

- Las esquinadas del paso de la imagen, harto complicadas en muchas callejuelas de la carrera oficial.

- Toda la esencia de la Semana Santa andaluza como máxima recreación estética: el olor de la primavera, del incienso, el candor de las antorchas, el recogimiento, el clima, el golpe seco del tambor, la devoción de los fieles…

- La lectura de los textos del Vía Crucis, que sirven para recordar a los más despistados los episodios de la Pasión de Cristo, desde su sentencia de muerte hasta su traslado al sepulcro.