Cartas.
¿Quién va a dejar su ciudad en las manos de alguien que no es capaz de pagar a sus propios empleados? Sería como poner a tus hijos en manos de un profesor que ha sido incapaz de dar una buena educación a los suyos. O como dejar tu vehículo en un mecánico que lleva tres meses con el suyo averiado porque no sabe cómo meterle mano.
Ricardo Tejeiro