Las cifras son objetivas o, al menos, eso parece a simple vista. Y es que el maquillaje de las estadísticas constituye ya una práctica habitual por parte de las administraciones, que las condicionan en una dirección u otra según sus intereses. Los ciudadanos lo saben y, por ello, desconfían de la oficialidad de todo dato proveniente de los organismos públicos. Más aún cuando se refieren a temas de empleo.
En este sentido, en Algeciras se desarrollaron a lo largo de 2010 un total de 73 cursos de Formación Profesional para el Empleo (FPE) -antigua FPO-. De ellos se beneficiaron 1.095 personas.
Más de un millar de ciudadanos que no tienen trabajo aunque lo desean; y que para el Gobierno central no son desempleados en la práctica. Porque en los registros del Servicio Público de Empleo (SPEE) no aparecen sus nombres. Y es que no se les contabiliza como parados: un grupo de invisibles para las estadísticas.
Además, estos estudiantes conforman la mayor parte del colectivo al que el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, se refirió en el Foro de Oslo celebrado el mes pasado en Noruega para analizar la situación del empleo a nivel mundial. "Están trabajando por el país", dijo entonces el máximo dirigente del Ejecutivo español. Una teoría que explica, quizás, porque no aparecen en las cifras de parados. Aunque, eso sí, muchos de ellos cobran las prestaciones por desempleo que le corresponden -y también hay a quien se le agotaron ya dichas ayudas-.
Lo cierto es que este grupo, que no recibe ninguna retribución por formar parte de esta iniciativa, tiene un peso muy importante sobre el total de demandantes de empleo en la ciudad. De hecho, representan un porcentaje nada desdeñable. Y es que los datos del últimos informe del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) subrayaron que en Algeciras había 15.601 personas buscando un puesto de trabajo. Una cifra que experimentó un crecimiento intermensual del 5,45%; ya que en agosto se contabilizaron 14.794 individuos -evidentemente, esta subida se explica por el fin de la temporada estival-.
El colectivo de los parados invisibles lo integran personas muy diferentes como para definir un perfil habitual. Según reconocen los gestores del plan de FPE, a estos talleres se apuntan desde licenciados a gente sin estudios. "Aunque se requiere como mínimo el graduado escolar", subraya uno de los técnicos.
Y las especialidades también son variadísimas. "Las más repetidas en Algeciras en 2010 fueron las de soldador, formación ocupacional, nuevas tecnologías y del área sanitaria", recalcaron desde la delegación provincial de Empleo. "Las relacionadas con la salud experimentaron este ejercicio un gran impulso e incrementaron su demanda, debido a la futura apertura de nuevos centros sanitarios en la comarca y al desarrollo de políticas como la Ley de Dependencia", explica Aurora Domínguez, encargada en UGT de la puesta en marcha de los FPE.
Además, una parte de los cursos impartidos se incluyen dentro de los planes creados a consecuencia de la crisis. Así, 17 de los realizados en la ciudad (con 255 alumnos) se enmarcaron dentro del Plan Memta de la Consejería de Empleo; y otros 5 (con 75 estudiantes) se inscribieron en el Plan Proteja.
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