Juan Germán Hoffmann reconoce el pelotazo urbanístico Crucero Banús
El juicio del caso Malaya sobre la corrupción urbanística e institucional en Marbella (Málaga) ha arrancado esta mañana en la Ciudad de la Justicia de Málaga con una sorpresa. Estaba previsto que la vista oral se iniciara con la declaración del principal imputado, el ex asesor urbanístico Juan Antonio Roca . Sin embargo, el fiscal ha elegido otro orden de intervenciones y ha citado en primer lugar al abogado Juan Germán Hoffmann, a quien el primer instructor de la causa, el juez Miguel Ángel Torres, consideraba el "testaferro internacional" de Roca.
La vista oral, que se ha iniciado con puntualidad, se desarrolla por bloques. La primera parte tiene que ver con la llamada operación Crucero Banús, una recalificación urbanística que supuso un pelotazo para Roca y varios de sus socios de 6,3 millones de euros. Hoffmann ha reconocido todos los detalles urbanísticos y societarios de la operación. Roca, Hoffmann, el ex edil Pedro Román y el ex comisario de policía Florencio San Agapito crearon una empresa en Suiza -Lispag AG- que adquirió otra sociedad -Yambali- que era dueña de la parcela que se iba a recalificar. La identidad de los socios de Lispag quedaba oculta tras unos testaferros -fiduciarios- y la compra de Yambali les costó unos cuatro millones de euros en octubre de 2001. De esa cantidad, sólo declararon 840.000.
La finca, de uso comercial, pasó tener uso residencial y su edificabilidad se incrementó de 500 a 11.000 metros cuadrados. Tras lograr la recalificación y la licencia de obra para 144 viviendas de lujo, la sociedad vendió las acciones al constructor granadino Ávila Rojas, en octubre de 2002 por más de 10 millones de euros. La plusvalía se dirigió a las cuentas de la sociedad en Suiza y desde allí, a distintas fundaciones de los socios en Liechtenstein. El reparto de los beneficios era proporcional a la participación en la sociedad Lispag.
Hoffmann ha reconocido todos los detalles societarios y urbanísticos, aunque ha defendido que la fórmula utilizada era legal y "absolutamente habitual". Además, afirmó que las condiciones del convenio urbanístico estaban pactadas con anterioridad con el Ayuntamiento por el antiguo dueño de Yambali, ya fallecido.
En la imagen: Julián Muñoz entrando en los juzgados
Leído en : El Pais.es