Nuestros lectores recomiendan: Golpe de mano en la Administración andaluza


NO es una novedad tomar decisiones políticas en fechas de fiestas o cercanas a las mismas. Es pura estrategia de hechos consumados. Ejemplos hay variados. Así, los políticos israelíes y árabes han aprovechado usualmente las fiestas religiosas para comenzar sus conflictos bélicos. En el Estado español no es nueva esta estrategia. El presidente Adolfo Suárez utilizó el llamado 'Sábado Santo Rojo', el 9 de abril de 1977, para legalizar al Partido Comunista de España, hábil estratagema, dado que todos los poderes estaban en las vacaciones de Semana Santa y cuando volvieron el Lunes de Pascua ya no había vuelta atrás. Los contrarios a una democracia con toda clase de partidos se tuvieron que aguantar.

El presidente Adolfo Suárez utilizó la estrategia para consolidar la democracia y minimizar las reacciones. Hoy se utilizan estas estrategias pero no con tan buenos motivos éticos y democráticos. Los Boletines Oficiales se han convertido en un arma en los días cercanos o en épocas festivas para esta estrategia: se publica y, cuando se enteran los ciudadanos, los afectados, los partidos, etcétera, ya es tarde y generalmente los efectos de reacción son menores ante los hechos consumados.

El designado presidente Griñán de la Junta de Andalucía, partidario de esta estrategia, se encuentra asombrado, pues los hechos consumados se le han vuelto en contra: su golpe de mano en la Administración pública andaluza va camino de convertirse en el gran escándalo de su corto reinado.

El martes 27 de julio, el designado presidente Griñán firma el Decreto-Ley número 5/2010 por el que se aprueban medidas urgentes en materia de reordenación del sector público, el cual se publica en el Boletín Oficial de La Junta de Andalucía el miércoles 28 de julio. Hechos consumados. ¿Quién lee un BOJA de manera meticulosa "con la caló" a dos días de las vacaciones o cuando ya hay ciudadanos y ciudadanas disfrutando de las mismas? Calculaba que hasta mitad de septiembre nadie se enteraría y que a pocos le interesaría, o sea, el "trágala" estaría realizado. El designado presidente Griñán no valoraba que el Rubicón estaba cruzado, lo había cruzado el presidente Chaves dejando el 'régimen' fuertemente tocado. Por ello, el propio personal de la Administración pública andaluza, tan acostumbrado a asumirlo todo, incluso la merma de sus salarios, ha estallado y se ha rebelado contra este golpe de mano a la Administración pública andaluza.

El presidente Chaves engendró una Administración paralela en la propia Junta de Andalucía, donde trabajaba personal que no era ni funcionario ni laboral de la misma (autónomos, fundaciones, etc.) algo que como mínimo daba lugar a alegalidades. Es lo que se denominan 'los externos'. El designado presidente Griñán quiere acabar con esta situación pero por la vía rápida, incorporándolos al personal de la Administración pública andaluza, lo que, traducido a la práctica, quiere decir que su personal aumente de manera permanente en unos 35.000 empleados, por la gatera, dejando la ya de por sí nefasta política de personal de la Junta, desde un comienzo, en algo irremediable. Además, si ya se ha acusado a la Junta de contaminación "política", con los externos, que podemos pensar, pues que si miramos apellidos, relaciones personales, etc., estamos acabando con la idea de una Administración profesionalizada e independiente para sustituirla eternamente por una politizada.

El designado presidente Griñán que gestó esta gran idea con desconocimiento hasta de parte de su gobierno y de su propio partido, no se ha quedado en esto. También quiere hincarle el diente al patrimonio de la Junta gracias a este decreto-ley. Todo el mundo sabe la penuria de las administraciones públicas, la andaluza no se escapa, pero para conseguir liquidez quiere utilizar su patrimonio inmobiliario por medio de lo que ahora se denomina ingeniería financiera (antes se llamaba con otro nombre menos fino), crear empresas instrumentales para que 'jueguen' con ese patrimonio. Las preguntas y las inquietudes son muchas, por la experiencia de la gestión económica de la Junta, tan nefasta, incluso ahora con toda la crisis, de despilfarro.

El designado presidente Griñán con todo esto está dañando el futuro de la Administración pública andaluza, pero no sólo ello sino también el de la propia autonomía. El decreto va a sufrir un vía crucis en los tribunales y experiencia tiene la Junta, sobre todo en temas de personal, de recibir fuertes varapalos. Pero el tiempo pasará y el daño puede ser irrecuperable.

En tiempos de crisis hacen faltan estadistas que sepan pensar en futuras generaciones a medio y largo plazo, pero aquí tenemos a un simple político que sólo piensa en las próximas elecciones, que mira a tan corto plazo que en vez de solucionar problemas, los crea. El designado presidente Griñán aspira a ser un presidente elegido, pero hasta ahora lo que se merece es que su propio partido, igual que lo designó, lo sustituya, porque dudo que tenga la humildad como para rectificar sus políticas y menos derogar el Decreto-Ley número 5/2010 por el que se aprueban medidas urgentes en materia de reordenación del sector público.
Ramón Sánchez Heredia para Diario de Cadiz
Recomendado por : EL Jimenato.

2 de diciembre de 2010
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