En el informe de gestión se hablaba de muchas, muchas cosas, pero no del abandono en 15 años de este acerado como se puede ver en la primera foto.
En la segunda imagen podemos comprobar como los matojos se han comido hasta la acera.
Aquí llevan estos montones de tierra algo más de un año, se supone que se iba a preparar como un lugar de recreo para los niños, con una especie de campo de futbito.
Angel Mendoza