Aunque se sorprenda Cristina, esta palabra de moda posee una considerable fuerza expresiva, siempre que la empleemos de forma adecuada. La aparición de este término en Hispanoamérica y su rápida difusión por toda la geografía hispana constituyen una prueba patente de la extraordinaria vitalidad y de la amplia capacidad creativa de la lengua y, sobre todo, un testimonio de la permanente facilidad transformativa o transformadora para cambiar las categorías gramaticales de los vocablos, para convertir los verbos en sustantivos, los sustantivos en adjetivos, los adjetivos en adverbios, los adverbios en verbos.
Por José Antonio Hernández Guerrero.