No se hasta qué punto habrá un acuerdo entre las autoridades, los demás bares, el pueblo y algunos usuarios de droga dura de avanzada edad, para que exista un oasis en el pueblo donde se concentra una asociación de enfermos/víctimas de la fiesta.
Parece que estemos contentos de que no aparezcan por el resto del pueblo y que incluso sea una atracción turística, ya que al parecer a los guiris les parece pintoresco y hasta les hace gracia.
Para mucha gente es una manera de librarse de algunos desgraciados pero para otros nos parece un foco de malestar que se contagia inevitablemente, ya que todo el mundo se conoce en los pueblos.
Por ello reclamo de las autoridades políticas que tomen medidas,para que se les eche una mano, y se invierta un mínimo de esfuerzo para erradicar esos focos de malestar, que, recordemos, nos salpica a todos.
Si no, cuando inevitablemente estos espectros vayan esfumándose, habrá que albergar a los siguientes, los que ahora son jóvenes y ya tendrán el plan hecho.
Ya vemos que la asociación/ong que frecuentan no es muy efectiva visto lo visto, y recordemos que los dineros que ingresan nuestros dirigentes deben ser usados también para fines sociales.
Las técnicas de rehabilitación han avanzado enormemente y ya no son las de los años 80 donde casi ni existían ni tenían suficiente experiencia para tratar los graves casos de drogadicción que nos azotó durante la movida. Hoy hay médicos especializados, psicólogos y mucha química si hiciera falta para obtener resultados prometedores.
Ante todo no olvidemos que si lo dejamos cada vez apestará más y nos salpicará más, y tendremos más malestar (porque no son estratos sociales estancos, y menos en un pueblo), no precisamente lo mejor para recuperarse de una crisis.