Con el debido respeto, acatando democráticamente el derecho a la libertad de expresión, pero también acogiéndonos al derecho de réplica. Queremos hacer unas puntualizaciones, sobre un apartado del escrito realizado por don Andrés Rebolledo, y publicado en Tío Jimeno Digital, titulado El Campanario y sus higueras.
En primer lugar, lamentar que comentarios, efectuados por una agente a titulo personal y apelando a la confianza con el Sr. Rebolledo, salgan a la luz pública, ha quedado patente que hay que medir las palabras, si no queremos que sean difundidas, que quede meridianamente claro que los sentimientos personales de los agentes no afectan para nada la neutralidad y objetividad de sus actuaciones, todos sabemos que en la intimidad se actúa se habla de modo bien diferente a cuando lo haces públicamente, lo mismo que existen normas no escritas de discreción cuando alguien se sincera con otra u otras personas.
Sobre el vertido, habla de impunidad, cuando a penas han pasado dos días. Hay procesos que son más lentos que otros, hay personas con más o menos sentido cívico y la administración tiene más medios de coacción para unos casos que otros, eso no quiere decir que para nada es impune ante los ojos de la policía local. Si el Sr. Rebolledo supiera las actuaciones que ha tenido la policía con el presunto autor de los vertidos, estamos seguros que se sorprendería.
Recordarle que un mal estacionamiento no es un acto delictivo, si no una falta administrativa, que si un policía la advierte su obligación es denunciar, lo mismo en otras materias, como urbanismo, medio ambiente etc., repetimos hay procesos que tienen una repercusión de sanción económica mucho mas inmediato que otros, pero en eso la policía no interviene para nada, son otros organismos los encargados.
Muchas gracias por permitir esta publicación.
Policía Local de Jimena de la Frontera (Cádiz).
