El nuevo alcalde de Alhama de Almería, Cristóbal Rodríguez (PP), cree ahora que sería afortunado de haber encontrado sólo telarañas en los cajones del Ayuntamiento, hasta el pasado 11 de junio gobernado por Francisco Guil (PSOE).
Bajo las alfombras municipales ha encontrado una larga lista de deudas, que ascienden a 4,3 millones de euros, entre las que se encuentran, por ejemplo, seis facturas que suman un total de 1.800 euros en churros y chocolate servidos por un negocio local durante los años 2009 y 2010.
Pero además de las que guardaban los cajones, el Ayuntamiento también ha recibido facturas tras el 22 de mayo. Ha sido el caso, por ejemplo, de la emitida por una cafetería este 6 de junio "en un papelillo escrito con bolígrafo".
La deuda asciende a 2.980 euros, bajo el concepto de "invitación actos festivos y protocolarios años 2009 y 2010", así como "invitación mesas electorales elecciones municipales 2011". Según el alcalde, como ha sabido de los propietarios del establecimiento, esta deuda obedece a desayunos de concejales socialistas. Al menos, eso sí, el 'documento' tiene el sello de la cafetería del pueblo y una firma.
Según los datos hechos públicos por el secretario municipal, se han encontrado facturas de todo tipo. Más de 56.000 euros por comidas en restaurantes del pueblo y la comarca; 25.182 en fuegos artificiales; 200.000 euros por el suministro eléctrico; 28.700 a una imprenta, o 22.800 a una empresa de publicidad. Además, hay deudas de 360.000 euros que no están certificadas ni aparecen partes presupuestarios.
El alcalde saliente, Francisco Guil, ha asegurado, por su parte, que él no ha comido "un solo churro" con cargo al Ayuntamiento, y dice desconocer el origen de esta factura. Es más, señala que todas aquellas facturas superiores a 300 euros que no estén presupuestadas necesitan su consentimiento, por lo que parece dudar aún más de su existencia.
Sin embargo, Cristóbal Rodríguez aclara que todas las deudas mencionadas obedecen a datos oficiales ofrecidos en un pleno del consistorio -al que no acudió el grupo socialista- por el secretario municipal y se refieren a las que se han encontrado en el Ayuntamiento, "por lo que el ex alcalde debe conocerlos obligatoriamente".
Al borde de la quiebra
El nuevo alcalde asegura que la deuda de 4,3 millones para un pueblo de apenas 4.000 habitantes supone estar al borde de la bancarrota. Esta precaria situación le ha llevado a bajarse el sueldo en más de 10.000 euros anuales respecto al anterior alcalde, situándose al nivel de un auxiliar administrativo, por lo que cobrará 22.400 euros brutos anuales, "porque en Alhama hay gente pasando hambre", dice Rodríguez, frente a los 32.800 de Guil.
Cristóbal Rodríguez será, además, el único concejal liberado en el Ayuntamiento, mientras que el PSOE contaba con dos ediles más, aparte del alcalde. Y no sólo eso, sino que también ha renunciado al coche oficial y al teléfono móvil a costa de las arcas públicas.
