A raíz de los acontecimientos ocurridos ayer en el Paseo y en su Campanario surgen reflexiones, con el fin de que no queden en una mera anécdota y lo tratemos con la seriedad que merece.
¿Quién no ha mirado parriba, en estos últimos meses, incluso estos dos últimos años y ha visto el extraordinario crecimiento que han tenido las higueras y demás especies de plantas propias de tejados y muros de piedra y ladrillos en nuestro campanario?
Tengo que confesar que he estado tentado en estos últimos meses a escribir algo al respecto con fotos incluidas denunciando el estado y los posibles riesgos que esta situación conlleva.
El estar siempre en la palestra y cansado de denunciar cosas que nos rodean y pueden afectarnos, me han echado patrás y en esta ocasión no lo hice.
No por ello voy a dejar de opinar al respecto. Nuestro patrimonio esta en un estado de abandono realmente alarmante, no hay mantenimiento serio y a no ser que haya proyectos millonarios que adornen el escaparate político y electoral como pueden ser la restauración del santuario o la del castillo, no se hacen actuaciones puntuales, mas económicas para ese mantenimiento, consiguiendo así un menor gasto y menor deterioro de dicho patrimonio, siendo esto responsabilidad municipal.
También podríamos lamentarnos de alguna desgracia si por manos de la mala suerte en el momento que cayó el trozo de la cornisa, hubiera pasado por allí algún niño o persona mayor. No digamos, que hubiera ocurrido, durante alguna actuación en el festival de música o la proyección de la película recientemente. Diríamos en este momento, habría que haber hecho algo antes. Yo también me estaría lamentando de no haberlo denunciado o comunicado a nuestras autoridades cuando lo pensé.
Es por ello que quiero trasladarle a nuestros nuevos gobernantes la responsabilidad que tienen con respecto a nuestro patrimonio y a la seguridad de los ciudadanos. Es fácil, solo hay que mirar parriba o a nuestro alrededor permanentemente o escuchar a los ciudadanos a los que animo a denunciar o notificar sin miedos ni complejos lo que crean conveniente. Al final todos lo agradeceríamos. Con este episodio he aprendido a no dejar a un lado las primeras intenciones, esas son las que valen y las que surten efecto.
Por ello adjunto unas fotos de algo que denuncie ayer en la policía local, relacionado con un vertido de basuras en casco urbano, hacia un arroyo por parte de un vecino que por su “situación” realiza esta actividad con total impunidad, teniendo un contenedor justo en la esquina de su casa.
La respuesta de la policía local fue: esta persona es una desintegrada de la sociedad. Yo me quede perplejo pues parece que hay que ser un desintegrado de la sociedad para estar exento de las normas y leyes comunes que nos rigen. Sin embargo denunciar por mal aparcamiento si es un acto delictivo, fácil de actuar y con buenos rendimientos económicos para las arcas. Aprovecho para trasladarle a nuestros gobernantes que le den una renovación a la policía local, no a nivel de efectivos sino a nivel de responsabilidades. Hay áreas de medio ambiente, urbanismo y otras tantas, responsabilidad de este cuerpo, que creo deberían de realizar en beneficio de todos.
Atentamente.
A.R.B.
Fotos: Andres R.