Hace muchos, muchos años vivía en país no muy lejano un Alcalde, que en su pueblo la Guardia Civil no dejaba coger cepas a sus ciudadanos en la finca de la Almoraima. Se armó de valor y propuso a sus ceperos encerrase con ellos en el Ayuntamiento hasta que se solucionara el problema, así se hizo y el problema se solucionó.
Colorín colorado el cuento se ha acabado, todos fueron felices y comieron perdices.
Nota de Tiojimeno: Eso fué en los años 90 con Ildefonso Gómez de alcalde. Ahí esta la foto de nuestro archivo.