Su segundo título de la temporada, el más importante de su carrera, lo catapulta al sexto puesto del ranking europeo y al 21º del mundo
Álvaro Quirós logró ayer la que es, hasta el momento, la victoria más importante de su carrera. El guadiareño conquistó ayer el Campeonato del Mundo de Dubai, el torneo final del Circuito Europeo de golf (con 922.625 euros de premio), su sexto título del tour continental, que le catapulta hasta el sexto puesto en la Carrera a Dubai y al 21º del mundo.
El inglés Luke Donald, tercero ayer, se aseguró el primer puesto en la lista de ganancias europea y se reafirma como número uno mundial.
En una jornada final de infarto, el golfista de Guadiaro resistió el acoso del escocés Paul Lawrie y de Donald para redondear su actuación con un fabuloso eagle desde 15 metros en el hoyo 18 que certificó el dominio de Álvaro Quirós, líder desde la segunda vuelta en Dubai y que había perdido una semana antes el Abierto de Hong Kong tras liderarlo durante las tres primeras vueltas. Una vuelta de 67 golpes le permitió acabar con -5 el día y con 19 bajo par (269 golpes) el torneo, igualando -es la tercera vez que lo consigue- así su mejor marcador en un torneo del Circuito Europeo.
El guadiareño se había visto líder a falta de la última vuelta en cuatro ocasiones con anterioridad, con dos victorias y dos derrotas como balance, con lo que controlar los nervios iba a ser su gran reto. Jugaba contra sí mismo, a pesar de la gran presión a la que lo sometió Lawrie. Álvaro Quirós salió como un tiro. Se anotó tres birdies consecutivos en los tres primeros hoyos, por uno del escocés.
Los problemas empezaron con los sendos bogeys en los dos pares 3 (hoyos 4 y 6), que compensó con birdies en el 5 y el 7. Lawrie llegó al hoyo 9 con cinco birdies y se alzó con el liderato con un bogey del guadiareño, que se había ido al búnker con el drive. El Escocés falló en el 12, con lo que entraron empatados a los últimos seis hoyos, en los que Álvaro Quirós desplegó su mejor juego para conquistar Dubai por segunda vez, tras su victoria el pasado febrero en el Clásico del Desierto. El de Guadiaro no perdió la sonrisa ni si quiera cuando el putt no le respondió, señal de que tenía confianza en su juego y en el trabajo psicológico que viene realizando para aprender a manejar estas situaciones.
El par cinco del hoyo 14 era su primera oportunidad de asaltar el torneo y no falló. Un fantástico tercer golpe le dejó en el green, uno de los más complicados del recorrido árabe, pero embocó, mientras Lawrie erraba su putt para birdie. Los dos salvaron el par hasta llegar al 18, después de que el escocés perdonase un birdie más que asequible en el 17. Para dar más emoción, Donald, que encadenó tres birdies en los últimos tres hoyos, se colocó a un golpe del guadiareño.
