El retrato de José Bono en el Congreso costará el triple que el de Manuel Marín.
Será obra del pintor Bernardo Torrens y tendrá un precio de 82.600 euros
Su predecesor rompe la tradición con una fotografía que valdrá 24.700
Uno costará más del triple que el otro. El Congreso ha encargado la ejecución del retrato del ex presidente de la Cámara José Bono al pintor Bernardo Torrens por un importe de 82.600, han informado fuentes parlamentarias. El precio presupuestado para el retrato de Manuel Marín, que se sale de la tradición y será una fotografía de Cristina García Rodero, será de 24.700 euros.
Con el de Bono se completa por tanto la colección de los retratos de los ex presidentes del Congreso, y al igual que los de sus antecesores, éste se colocará en la galería de la primera planta del Palacio, cerca de los despachos de algunos componentes de la Mesa.
La estampa de Bono será una pintura, como es tradición en la Cámara, y llevará la firma de Bernardo Torrens, pintor que ya cuenta con una de sus obras en la galería de retratos del Congreso, ya que fue quien realizó la semblanza del expresidente Félix Pons.
Fuentes parlamentarias han señalado a Efe, tras conocer que se expondrá en el Congreso una pintura de Bono a cargo de Torrens por un importe que en principio se cifró en 94.000 euros, que este precio se rebaja a 82.600, de los que 70.000 corresponden al encargo, y el resto, 12.600, al IVA. Asimismo, las fuentes consultadas han rebajado a 24.700 euros el precio de la fotografía del también ex presidente Manuel Marín (inicialmente cifrada en 27.000 euros). Del total, 3.780 son por el Impuesto de Valor Añadido.
Sólo habrá un retrato que no siga la tradición pictórica de la Cámara, y ése será el de Marín, quien se decantó por una fotografía y creó polémica.
Porque el entonces presidente del Congreso en la pasada legislatura, José Bono, se puso en contacto con su antecesor para pedirle que reconsiderara su decisión, ya que la costumbre consiste en exhibir retratos que sean pinturas, y no fotografías.
Marín no cambió de opinión, por lo que la decisión sobre si su retrato sería una pintura o una foto se aplazó a la formación de la Mesa de esta legislatura, con mayoría del PP. A finales de enero, el órgano de gobierno del Congreso dio vía libre a que fuera una fotografía de García Rodero.