Carta enviada por Miguel Rodríguez, empresario dueño de la firma Lotus, a un periodista de el periódico El País sobre la publicación de este artículo acerca de los trabajos en la fosa común de El Marrufo.
Sr. D. Alfonso Álvarez Dardet.
SEVILLA.-
Muy Señor mío:
El pasado miércoles me llamó Vd. por teléfono para hacerme una entrevista a cuenta de unas excavaciones que se están llevado a cabo en el Cortijo “El Marrufo”; con el fin de recuperar los restos de víctimas del franquismo, entre las que puede encontrarse un familiar mío. En dicha llamada se identificó usted, además de periodista, como nieto de un fusilado de la Guerra Civil, quizás con la intención de congratularse conmigo.
A preguntas de Vd. Le indiqué mi estupor de que, tras más de treinta y cinco años de supuesta democracia, aun existieran cuerpos de españoles en las cunetas sin recuperar, sobre los que siempre ha caído un muro de silencio. Le dije también que resultaba paradójico que nos hubieran hablado del holocausto judío, de los crímenes de la antigua Yugoslavia, de los desmanes de los militares en Argentina y de los desaparecidos de Pinochet y que nadie hable de los miles y miles de republicanos desaparecidos, habiendo transcurrido más de setenta años desde la Guerra Civil. Le apuntaba, incluso, si las dificultades y falta de colaboración efectiva de la Administración Autonómica, podría ser debida al hecho de que nuestros dos últimos Presidentes autonómicos fueran hijos de militares. Nada de lo dije he visto reflejado hoy en su artículo de la página cinco del País Andalucía.
Además su artículo adolece de la profundidad necesaria y destaca como noticia el hecho, sin importancia, de mi colaboración económica en la exhumación.
Lo verdaderamente importante Señor Álvarez, y más para un periódico que dice defender la Justicia, la Libertad y la Democracia, es denunciar porque en este país aún quedan miles de españoles tirados en fosas sin identificar, lo importante es denunciar porque los políticos que nos gobiernan, sobre todo los llamados de izquierdas, no mueven ni un dedo cuando se descubre una fosa, no se acercan a solidarizarse con los familiares que luchan por recuperar la memoria y los restos de sus seres queridos.
Lo importante es contar al resto de los españoles las dificultades, los obstáculos y la burocracia que hay que mover para poder iniciar, si quiera, estos trabajos, con el silencio, con la incomprensión y con las zancadillas de los que mandan.
Lo importante es que usted cuente como cada vez quedan menos familiares vivos, que puedan dar noticias y testimonios que ayuden a la recuperación de estos españoles.
Lo importante es denunciar todos los días desde su medio, porqué en este país no se ha pedido perdón por los crímenes del franquismo, porque no se ha reparado y recuperado la memoria de los que lucharon y murieron por la libertad y la democracia.
Si es verdad que es usted nieto de fusilado, le debe algo más que una crónica vacía y políticamente correcta.
Atte.,
Fdo: Miguel Rodríguez Domínguez.
