Nuevo cruce entre La Almoraima y el alcalde de Castellar. La dirección de la finca estatal tachó ayer al regidor municipal, Juan Casanova (IU), de okupa por haber utilizado terrenos usurpados al latifundio como huerto y para la cría de animales de granja, si bien éstos ya han sido restituidos a la legalidad y dejados de usar.
La polémica se gestó hace varias semanas por una actuación del Seprona -tras la denuncia de vecinos- contra varias de las históricas usurpaciones en la zona más cercana al casco urbano. Allí existen ocupaciones de suelo público desde hace más de 30 años como huertos particulares y que, en algunos casos, provocan molestias a las viviendas. Como consecuencia de la denuncia, las autoridades ordenaron el desalojo de varias parcelas de la franja cercana a la vía del tren donde se localizan ocho huertos, entre ellos uno que el propio alcalde reconoció a Europa Sur haber usado en usufructo con varios amigos desde su llegada al municipio aunque, puntualizó, la usurpación original se produjo hace más de tres décadas. Según explicaron desde La Almoraima y corroboró después el alcalde, la Guardia Civil y la Fiscalía ordenaron la restitución de varias parcelas en el marco de sus actuaciones; a lo que Casanova accedió -reconoció- sin oponer resistencia.
Pero, según Casanova, frente al hecho de ser llamado okupa (lo que calificó de anecdótico), existe un telón de fondo que adquirió relevancia cuando tras el abandono de tres de las ocho parcelas el personal de La Almoraima comenzó a desbrozarlas. Según la versión de Casanova, el personal limpió también la de un colono jubilado que aún no la había abandonado y se disponía a desmontar la de un parado. "En mi caso, el Seprona me llamó y no iba a negarme. Si me tenía que ir, me iría, y así lo hice. Entiendo que si soy el alcalde no puedo defender algo irregular. Defiendo la regularización, no la usurpación, e informé al Seprona de que ya abandoné el suelo y que podía limpiarse. Pero no estoy dispuesto a permitir que se quiten más huertos de vecinos hasta que no pongamos en marcha una alternativa que llevamos gestionando desde nuestra llegada al gobierno municipal", sostuvo Casanova, en relación al proyecto de huertos de ocio donde se prevén trasladar estas explotaciones.
Desde La Almoraima, la directora de la finca, Isabel Ugalde, explicó que en su momento recibió una llamada del alcalde preguntando si iban a producirse desalojos de usurpadores. Ugalde dice que le expuso que las actuaciones contra las usurpaciones nunca fueron promovidas por La Almoraima, sino por el Seprona, y que tenían la obligación de colaborar, informar y no consentir ocupaciones. Pese a la conversación, Ugalde criticó que recibió después una carta del alcalde el pasado 28 de diciembre donde se le exigía la dimisión y se le acusaba de promover el desalojo de las parcelas. "No es así en absoluto. Tras recibirla, llamé al alcalde para indicarle que ante las dudas, ya había dado la orden de cancelar cualquier actuación de limpieza. Pero el alcalde no se lo ha explicado a los vecinos, sino que promueve manifestaciones contra la finca", replicó.
Casanova puntualizó que su gobierno lleva meses trabajando en un plan para regularizar la usurpaciones fomentando el traslado de las parcelas a una finca de 12.000 metros cuadrados cedida por la Junta, donde se prevén reubicar bajo la fórmula de gestión de huertos de ocio. "Si se desmantelan las usurpaciones sin que exista una alternativa, por ser éstas el medio de subsistencia para numerosas familias, se genera un problema social", concluyó.
La polémica se gestó hace varias semanas por una actuación del Seprona -tras la denuncia de vecinos- contra varias de las históricas usurpaciones en la zona más cercana al casco urbano. Allí existen ocupaciones de suelo público desde hace más de 30 años como huertos particulares y que, en algunos casos, provocan molestias a las viviendas. Como consecuencia de la denuncia, las autoridades ordenaron el desalojo de varias parcelas de la franja cercana a la vía del tren donde se localizan ocho huertos, entre ellos uno que el propio alcalde reconoció a Europa Sur haber usado en usufructo con varios amigos desde su llegada al municipio aunque, puntualizó, la usurpación original se produjo hace más de tres décadas. Según explicaron desde La Almoraima y corroboró después el alcalde, la Guardia Civil y la Fiscalía ordenaron la restitución de varias parcelas en el marco de sus actuaciones; a lo que Casanova accedió -reconoció- sin oponer resistencia.
Pero, según Casanova, frente al hecho de ser llamado okupa (lo que calificó de anecdótico), existe un telón de fondo que adquirió relevancia cuando tras el abandono de tres de las ocho parcelas el personal de La Almoraima comenzó a desbrozarlas. Según la versión de Casanova, el personal limpió también la de un colono jubilado que aún no la había abandonado y se disponía a desmontar la de un parado. "En mi caso, el Seprona me llamó y no iba a negarme. Si me tenía que ir, me iría, y así lo hice. Entiendo que si soy el alcalde no puedo defender algo irregular. Defiendo la regularización, no la usurpación, e informé al Seprona de que ya abandoné el suelo y que podía limpiarse. Pero no estoy dispuesto a permitir que se quiten más huertos de vecinos hasta que no pongamos en marcha una alternativa que llevamos gestionando desde nuestra llegada al gobierno municipal", sostuvo Casanova, en relación al proyecto de huertos de ocio donde se prevén trasladar estas explotaciones.
Desde La Almoraima, la directora de la finca, Isabel Ugalde, explicó que en su momento recibió una llamada del alcalde preguntando si iban a producirse desalojos de usurpadores. Ugalde dice que le expuso que las actuaciones contra las usurpaciones nunca fueron promovidas por La Almoraima, sino por el Seprona, y que tenían la obligación de colaborar, informar y no consentir ocupaciones. Pese a la conversación, Ugalde criticó que recibió después una carta del alcalde el pasado 28 de diciembre donde se le exigía la dimisión y se le acusaba de promover el desalojo de las parcelas. "No es así en absoluto. Tras recibirla, llamé al alcalde para indicarle que ante las dudas, ya había dado la orden de cancelar cualquier actuación de limpieza. Pero el alcalde no se lo ha explicado a los vecinos, sino que promueve manifestaciones contra la finca", replicó.
Casanova puntualizó que su gobierno lleva meses trabajando en un plan para regularizar la usurpaciones fomentando el traslado de las parcelas a una finca de 12.000 metros cuadrados cedida por la Junta, donde se prevén reubicar bajo la fórmula de gestión de huertos de ocio. "Si se desmantelan las usurpaciones sin que exista una alternativa, por ser éstas el medio de subsistencia para numerosas familias, se genera un problema social", concluyó.
