La obsolescencia programada II la nueva condena de Sísifo, por Rafael Fenoy



Este enorme esfuerzo investigador y de innovación tecnológica podría en poco tiempo, unas cuantas décadas, extender a toda la población mundial las bondades de los descubrimientos científicos en todos los campos de conocimiento, haciendo la vida humana, más sostenible en equilibrio y respeto con el medio natural donde viven.
Pero la privatización del conocimiento enturbia estos loables fines pervirtiéndolos al subordinarlos al mayor fin de todos para estas grandes marcas, empresas y corporaciones: “Obtener el mayor beneficio”. Después de más de dos siglos desarrollando nuevas formas de producir objetos y servicios, deberíamos haber conseguido los humanos sacudirnos del yugo del trabajo, haciendo de la libre cooperación entre humanos el elemento esencial para organizar toda la producción de los bienes y servicios necesarios mediante maquinas.

Es hoy posible producir objetos que tengan duraciones extraordinarias, tanto los materiales que se pueden utilizar y los procesos productivos que en estos momentos ya se utilizan. Sin embargo el gran capital apuesta por un modelo donde las cosas fabricadas deben tener una vida efímera, pasajera y de esta forma condenar a toda la especie humana a seguir trabajando para comprar sin solución de continuidad otros objetos que los sustituyan, creando además el ciclo de destrucción de materiales (que llaman eufemísticamente reciclaje) que sostiene esta condena de Sísifo, personaje mitológico que fue obligado a empujar eternamente una piedra enorme cuesta arriba por una ladera empinada, pero antes de que alcanzase la cima de la colina la piedra siempre rodaba hacia abajo, y Sísifo tenía que empezar de nuevo desde el principio. Tan disparatado sinsentido fue analizado por Albert Camus, anarquista y Premio Nobel de literatura, a los 44 años, por “el conjunto de una obra que pone de relieve los problemas que se plantean en la conciencia de los hombres de hoy (1957)”. Concretamente en su ensayo filosófico titulado “el Mito de Sísifo” describe "El sentimiento del Absurdo” que provoca en las personas un sentimiento profundo de no ser nada y de su intrascendencia frente al cosmos, a su destino y a la historia, del que es posible escapar cuando los humanos actuemos ¡"como si" pudiéramos cambiar el universo!

Hoy estamos más cerca de esa posibilidad real al tener conciencia de nuestro poder como consumidores que consciente y colectivamente rechazan los productos que están fabricados bajo el principio de la obsolescencia programada. Rechacemos adquirir todo aquello que en su fabricación se haya planificado su degradación para que sigamos encadenados a la condena del consumo permanente.

Fdo. Rafael Fenoy Rico Comunicación CGT Enseñanza

23 de enero de 2013
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