Las pensiones se parecen cada día más a la Religión Católica, no solo por la fe que debemos de tener para seguir pagando a la seguridad Social por un derecho que cuando nos jubilemos no podamos por tantos requisitos a tener derecho a esa prestación.
También se parece a la Religión Católica, a la contrarreforma de la reforma llevada por el alemán Martín Lutero en la Religión Católica, esta puso en marcha la contrarreforma para corregir la reforma de ese alemán. Eso mismo pasa hoy en día con la reforma de 2011 de las pensiones de Zapatero y la contrarreforma de Rajoy.
La reforma de pensiones de 2011 preveía la creación de un factor de sostenibilidad para 2027 y que actuara por primera vez en 2032. Pero estos plazos tan largos no gustan ni en Bruselas ni, sobre todo, en Alemania. El Gobierno ha tomado nota y anuncia la creación de una comisión de expertos en un mes, para que elabore un informe con una propuesta sobre el factor de sostenibilidad. Bajo este tecnicismo se esconde una fórmula matemática que periódicamente irá estableciendo aspectos fundamentales de cualquier sistema de pensiones como la edad de jubilación, el periodo de cálculo de la prestación final o la revalorización anual basándose en criterios como la esperanza de vida, el número de cotizantes o la marcha de la economía. Todos estos factores son ajenos al mismo trabajador. Es decir que nuestras pensiones estarán en manos de unos señores que dirán que dos más dos serán cinco o tres, según su variable de sostenibilidad.
Si se mantienen los criterios actuales, se está provocando una brecha social. Por un lado estaremos lo que podemos cotizar los 35 o 38 años a la Seguridad Social (funcionarios, empleados públicos y de aquellas empresas privadas grandes; como Repsol, Bancos, Telefónica etc.). Que por general también tenemos planes de pensiones privados y los demás trabajadores que no puedan alcanzar esos requisitos, los cuales pasaran a cobrar las pensiones no contributivas “mientras existan”.
¿Por qué? ¿Cada vez que hay que hacer un ajuste en dinero, se hace siempre por la parte más débil?. Si las cuentas de la seguridad Social no son sostenibles en el tiempo, en vez de aumentar los números de años necesarios para el derecho a la jubilación"es decir, eliminar ciudadanos" no baja la pensión máxima a percibir. Actualmente es de 35.673 euros/año, es decir 14 pagas de 2.548, perfectamente se pede vivir dignamente por ejemplo, con 1500 euros por paga, más aun a una edad que los gastos son mínimos. Pero eso no lo harán los Legisladores porque sería tocar sus pensiones y eso es harina de otro costal. Es más justo para ellos que se quede un ciudadano sin derecho a tener una paga, a que ellos cobren un euro menos.
E.Alonso