Aunque digan que esta situación es la primera vez que ha ocurrido a los Borbones, eso no es cierto. En el siglo XIX en una época muy corrupta y muy parecida a la actual por ese concepto, Isabel II fue destronada y esta se largó con las joyas de la Institución Monárquica (la línea que separa los bienes personales del monarca con los bienes de la Monarquía como Institución del Estado, al parecer están muy difusos).
Durante la I República se le acuso de ilustre ladrona por llevarse las joyas de la corona, acusación que desapareció cuando el general Martínez Campos dio el pronunciamiento militar a favor de la restauración de la Monarquía Borbónica en nombre de Alfonso XII.
Hay sentencias judiciales que pueden ser justas o injustas y en ambos casos se aplica la justicia. Los conceptos de justo e injusto son distintos a la justicia en una sentencia. Digo esto porque en el caso Nóos puede ocurrir que se haga justicia pero su fallo sea injusto.
El letrado de la defensa de Diego Torres, socio del Duque de Palma está pidiendo desde que fue imputado, el mismo trato que el Duque. Según su criterio, él puso el celebro y el Duque el título. Lo mismo ha estado pidiendo desde 2011 cuando se imputó a su mujer Ana Mª Tejeiro en base que las dos tenían un papel aparentemente testimonial en los negocios de sus maridos (parece ser que es muy normal que las esposas no saben como sus maridos se enriquecen). Después de dos años y un montón de pruebas mediante correros, el juez ante esa evidencia ha imputado a las dos por el mismo concepto.”Haber colaborado activamente con su marido” aunque el fiscal y otros poderes ocultos se oponen a la imputación de la Infanta.
La justicia se enfrenta con el caso más difícil de su historia en el periodo democrático, porque hay un motón de países pendientes al desarrollo del caso como a su futuro fallo y si la Dama de la justicia Española se quita la venda de sus ojos en este caso.
El nudo gordiano de la justicia, es si es capaz de hacer justicia siendo injusta la sentencia y que los ciudadanos la aceptemos.
Mi opinión, cuando sea imposible una justicia justa, debe de prevalecer el concepto justo de que todos seamos iguales, antes que la justicia en si misma. Si por “Razones de Estado” la Infanta no debe ser imputada y condenada la señora Ana Mª Tejeiro tampoco debe de serlo, aunque no se haga justicia por lo robado. Para mi es insignificante no poder hacer justicia por lo robado si lo comparamos que la justicia tenga dos varas de medir y que los ciudadanos no seamos iguales ante ella.
El Estamento Judicial, debe de ser conciente que en este caso los ciudadanos somos los jueces de ellos.
E. Alonso
