Me pregunto si debemos tener la misma paciencia que para los contratos diferidos de imputados por corrupción, la misma paciencia que fundaciones con lazos reales que se han enriquecido con el erario público, la paciencia de sobres cargados de dinero de su propio partido, la paciencia con los que asumen alternativas radicales, no obstante sin asumir las propias responsabilidades de dónde estamos, sin cambiar las caras, también con debiera ser para dotarlos de credibilidad, de forma radical.
Tal vez se trate de la paciencia de quienes han perdido sus empleos, sus casas, las esperanzas o, tal vez, de los españoles que huyen de este país buscando otras alternativas y oportunidades.
Sr. Rajoy permitale recordarle que los españoles les decimos a los políticos actualmente, también a los de su partido, que su paciencia suena a esa misma que le dijo el lobo al cordero: "paciencia, paciencia y se lo estaba comiendo".Tal vez se trate de la paciencia de quienes han perdido sus empleos, sus casas, las esperanzas o, tal vez, de los españoles que huyen de este país buscando otras alternativas y oportunidades.
