Un tanto de Aarjen Robben en el minuto 89 desequilibró una espectacular final alemana y rompió la racha del Bayern, que había perdido dos de las últimas tres finales de Champions. Se adelantaron los de Jupp Heynckes con un tanto de Mandzukic tras combinación Ribery-Robben, pero igualó Gündogan de penalti.
Cuando el choque se encaminaba a la prórroga, Robben aprovechó un balón suelto para adentrarse en el área y batir por bajo a Weidenfeller