Hace pocas fechas, vino al mundo, un nuevo hijo de la Gran Bretaña, Irlanda del Norte y los Territorios de Ultramar que vienen a formar el Reino Unido. Este ilustre bebe de nombre Jorge hijo del príncipe Guillermo y su esposa Catalina, es el cuarto miembro en la línea de sucesión a su graciosa majestad Isabel II .
Seguro que la noticia es de sobras conocida, de ello se han encargado los medios en especial las televisiones, hasta hubo una que abrió un informativo con tan feliz evento, digo yo que sería muy importante para nuestro país y de gran interés para todos nosotros, como la situación es placentera, sin graves problemas de que ocuparse, la noticia mereció tan amplia difusión en tiempo y forma.
Sarcasmos aparte, les prometo que no tengo nada contra la Casa Real británica tampoco sobran simpatías, a fuerza de ser sinceros, lo que me repatalea (valga la expresión) es el tratamiento que le han dado sobre todo las televisiones nacionales, por un momento tuve la impresión que a similitud de nuestros vecinos gibraltareños éramos súbditos del Imperio Británico. Con todo esto, no pretendo decir que se obviara la noticia, pero dándole la importancia que para mi modesto entender tiene, después de tener hasta en la sopa el feliz alumbramiento, detalles del hospital, se continuó con, en el mismo lugar había nacido el padre de la criatura, que el neófito tiene unos padres encantadores, un abuelo sin mácula como es el Príncipe de Gales y sobre todo un tío ideal el príncipe Enrique todo un ejemplo de mesura y discreción.
Pienso yo ,cuando el heredero del heredero del heredero a la corona, tenga uso de razón le explicarán que una de las primeras visitas oficiales que efectúe cuando corresponda será a la Colonia de Gibraltar, territorio de la corona por el Tratado de Utrech, mucho me temo que las circunstancias en que se firmó dicho tratado en clara desigualdad y para facilitar el acceso al trono español de un francés, no coincidirán con las que tenemos la mayoría de los españoles, doy por hecho , que al “ principito” le soslayarán la circunstancia que Gibraltar no posee aguas territoriales, igualmente pasarán por alto que a dichas aguas se lanzan bloques de hormigón para evitar la pesca de los modestos marineros campogibraltareños.
Comentando el tema con un amigo coincidía plenamente, me espetó es que somos Quijotes, a lo que repliqué que es verdad que Alonso Quijano era defensor de causas imposibles, pero que esas causas eran en defensa de los humildes y menesterosos, ese no es el caso de nuestras televisiones, simplemente es que somos gi…………………..
Francisco Quirós Ocaña (Pacurro).
