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Foto: Daia Sahara |
El proyecto del jimenato Jorge Guardado en la prensa granadina.
Forman parte de la actualidad estival tanto como las escenas de playa o los festivales de música y, sin embargo, hasta ahora pocos han sido los que se han preocupado por contar la historia de los miles de niños saharauis que cada año viene a España y de sus familias acogedoras. Pilar y Jorge forman parte de esos pocos; son dos jóvenes profesionales del mundo audiovisual que “buscando un proyecto personal” terminaron envueltos en una historia de relaciones humanas que posiblemente termine cambiando sus vidas y, por qué no, la de la comunidad saharaui.
Forman parte de la actualidad estival tanto como las escenas de playa o los festivales de música y, sin embargo, hasta ahora pocos han sido los que se han preocupado por contar la historia de los miles de niños saharauis que cada año viene a España y de sus familias acogedoras. Pilar y Jorge forman parte de esos pocos; son dos jóvenes profesionales del mundo audiovisual que “buscando un proyecto personal” terminaron envueltos en una historia de relaciones humanas que posiblemente termine cambiando sus vidas y, por qué no, la de la comunidad saharaui.
MÁS PROFUNDIDAD
El documental ‘Daia Sáhara’ tiene por objetivo mostrar las dos realidades que componen el programa de acogida de niños saharauis, haciendo especial hincapié en “la labor de las familias de acogida españolas y en el vínculo que se establece con el pueblo saharaui una vez acabado el periodo de acogida”. Y aquí es donde viene la clave de todo este proyecto, ya que al periodo de grabación en España, que Pilar y Jorge –junto con su equipo de grabación- acaban de finalizar, no es más que el primer episodio. Ahora es cuando comienza el reto ya que, durante un mes, los jóvenes se trasladarán al Sáhara para vivir en primera persona esa otra realidad. “No queremos comparar”, puntualiza Jorge,“queremos romper tópicos”.
Pero antes de marcharse han tenido que pasar por 21 días de rodaje, tiempo en el que han viajado por toda España para conocer a las familias de acogida de Galicia, Cataluña y Andalucía. “Las familias tienen poco reconocimiento en otros proyectos documentales”, comenta Pilar, “y queríamos contar su historia porque son una pieza fundamental”. Así, han tenido la oportunidad de ver cómo es el día a día de los niños saharauis dentro de una familia española. “Nos hemos encontrado familias de todos los perfiles, desde la de Galicia con dos personas mayores y los hijos ya emancipados hasta una pareja en Granada con dos niñas pequeñas”.
El programa es por cuatro años y los niños que vienen a España se sitúan entre los 8 y los 12 años de edad. Con estas condiciones se crea el caldo de cultivo perfecto para que, prácticamente desde el primer año del programa, la conexión emocional entre la familia y el pequeño sea enorme. “Es mucho más que darle helados al niño”, dice Pilar, quien reconoce que la separación siempre es difícil: “el hecho de que duela es un privilegio y hace que merezca la pena”.

Foto: Daia Sáhara
Sin embargo la despedida no es el final. A los buenos momentos vividos por la familia se le unen un buen saco de anécdotas que tanto la familia como el pequeño saharaui guardarán en la memoria para, ¿por qué no? recordarlas en las charlas que durante todo el año mantienen niño y familia. “El vínculo no se rompe después del verano”, asegura Jorge. Y por supuesto, más allá del grifo de agua que tanto sorprende al niño, la joven pareja de profesionales se queda con las valiosas lecciones que un chico de 10 años es capaz de enseñarle a un adulto de 40: “una vez vimos cómo un pequeño le decía a su hermano de acogida que si no tenía intención de comerse las manzanas, que no las comprara, pero que por favor nunca más dejara que una se pudriera en el frutero”.
Desde luego, el proceso de adaptación no es siempre fácil, teniendo en cuanta que la mayoría de los niños de acogida no dominan el idioma español. Si a eso le sumamos que el cambio de ambiente y cultura es radical, lo normal es que la primera vez que niño y familia se encuentran dominen “los miedos y dudas”. Afortunadamente, algo tan sencillo como un balón de fútbol y un compañero de juegos pueden hacer que el momento más delicado se convierta en otra anécdota más que añadir a la lista.
FACILIDADES
Para el equipo de rodaje, como reconocen, las dificultades han sido pocas: “parece que hemos sido tocados por una varita”; aunque el proceso de conseguir un visado que permita viajar al Sáhara no es sencillo, Pilar y Jorge reconocen que han tenido muchísima ayuda de las diferentes organizaciones que están implicadas en el programa de acogida, entre las que se pueden mencionar la Federación Andaluza de Asociaciones Solidarias con el Sahara , Solidaridade Galega co Pobo Saharaui, Hospitalet amb el Sahara, Asociación Granadina de amistad con la RASD o CEAS. En cuanto a la financiación, el proyecto cuenta con los ahorros destinados, tal vez, para las vacaciones de los jóvenes más las aportaciones de una pequeña iniciativa para reciclar móviles. Aquí el vídeo que lo explica.
¿Cómo resultará el proyecto? En septiembre habrá respuesta pero mientras tanto, el documental de estos dos jóvenes promete… “Podríamos decir que somos la Warner, pero no es así. Somos Jorge y Pilar que tras mucha documentación y muchas ganas por realizar un proyecto del que sentirnos orgullosos, creamos Daia Sáhara”
Leído en Granada Digital.com