Este año ha recibido una buena crítica por parte de la mayoría de los medios de comunicación, sin ningún tipo de pudor, y, no podía ser menos, recibiendo la valoración positiva del PP y del PSOE. Se solidarizó con las víctimas de ETA, se partió el pecho hablando de la unión de España, hizo referencia al desempleo o la corrupción política, con palabras como estas:
“Sé que la sociedad española reclama hoy un profundo cambio de actitud y un compromiso ético en todos los ámbitos de la vida política, económica y social que satisfaga las exigencias imprescindibles en una democracia”
Sin embargo ha sido un discurso claramente insuficiente, tenemos Ley de Educación y una Ley de Seguridad Ciudadana que no tiene el consenso del conjunto de la sociedad española, una justicia que no es independiente, controlada por la partitocracia, jueces que no pueden trabajar con esa independencia necesaria, sindicatos de polícias, de hacienda o de médicos, asociaciones de jueces, con explicitas críticas a nuestro sistema en donde los fiscales generales están al servicios de miembros de la familia del Rey, de políticos y de banqueros.
Violadores asesinos que salen de la cárcel por una sentencia europea y una de las leyes más restrictivas del aborto en toda la Unión Europea. Es decir, acatamos sentencias europeas y ponemos a violadores y asesinos de niñas en la calle y, con una política reaccionara y ultraconservadora abrimos la posibilidad de meter en la cárcel a mujeres por no poder ejercer su derecho a decidir, y no es que los ultracatólicos no tengan derecho a entenderlo de otra manera, que actúe según su ética y su moral, pero no sean inmorales y pretenda asumir decisiones de todas las mujeres de este país, esto es una democracia y comenzamos a cansarnos de estos individuos, por no llamarlos de otra manera.
El Rey hacia referencia a la ejemplaridad:
“los casos de falta de ejemplaridad en la vida pública que han afectado al prestigio de la política y las instituciones”
Y su hija, la Infanta Cristina, investigada por el Juez Castro, es defendida por el Bufete de Roca, muy conocedor e implicado con la clase política, sin olvidar que Roca fue uno de los ponentes de nuestra Constitución. Esa ejemplaridad no es para nada compatible con la defensa a ultranza de los medios de comunicación principales de España de su hija, como ABC o el País, no digamos ya que desde la propia Fiscalía se critique abiertamente a Castro porque dicen que la Infanta es investigada “por lo que es”. Verdaderamente aquí se ha perdido la vergüenza hasta para andar para adelante.
Nuestro Rey reclamaba la validez de nuestra Constitución, del consenso de la transición democrática española:
“Nos ha proporcionado el periodo más dilatado de libertad, convivencia y prosperidad de toda nuestra historia. Conviene que lo tengamos bien presente, pues a menudo se pretende que lo ignoremos o lo olvidemos cuando se proclama una supuesta decadencia de nuestra sociedad y de nuestras instituciones”.
Sin embargo no somos un ejemplo como país democrático, con sistema de convivencia regulado por una carta magna, hay países que han cumplido 200 años en vigor, otras a punto de cumplirlos, como Noruega, la nuestra tiene camino que recorrer, también hay aspectos que establece matices muy diferenciadores, sino se puede apreciar en la lectura de este párrafo de la Constitución de Estados Unidos de 1789:
“Sostenemos como evidentes estas verdades: todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad.”
Sí, falta el Derecho a la Rebelión, que no se contempla en nuestra Constitución, que en los países anglosajones se entiende desde una óptica liberal, hablando en plata, desde una perspectiva más conservadora que progresista, que tiene su origen en Inglaterra, el Rey Carlos I fue derrotado, encarcelado, juzgado y decapitado en 1649, el Parlamento proceso al Rey con el siguiente fundamento: “Los comunes de Inglaterra reunidos en el Parlamento, declaran que, por debajo de Dios, el pueblo es el origen de todo poder justo”
Con seis millones de parados, con los recortes en Educación y Sanidad, con un poder judicial controlado por los partidos políticos, con una deuda financiera que nos está estrangulando, sin que paguen los culpables, sino que sea más duro y más sentido en los que menos tienen, creo sinceramente, cada uno que piensa lo crea conveniente, que el discurso de navidad del Rey es insuficiente y pobre. Aún astibando la posibilidad de reformas en el discurso, da la sensación que hay una gran distancia entre lo que se dice y lo que se hace, que no hay ninguna intención de cambiar los privilegios de las castas, en absoluto. No, pienso que no hay voluntad de cambio, nos queda hace un esfuerzo entre todos por cambiar las formas detructoras e injustas de gobierno actuales.
Fdo. Eduardo Navarro Cupido.
