Los efectos del temporal de lluvia y viento provocaron el desplome de un puente en la carretera A-2300, que bordea el pantano de Zahara de la Sierra, cortando la circulación por esta vía. La caída del viaducto, ubicado en el kilómetro 17, en dirección a la zona de la famosa playita artificial de Arroyomolinos y que conecta Zahara de la Sierra con Grazalema, a través de la Ribera del Gaidovar, se produjo la madrugada de ayer como consecuencia del temporal de lluvia, que provocó un inmenso socavón en esta calzada.
Así las cosas, un conductor que circulaba, sobre las seis de la mañana, por las inmediaciones se vio sorprendido por este desplome, quedando su vehículo atrapado en el socavón. El hombre que se dirigía a trabajar a la Costa del Sol resultó ileso, según constata la Policía Local de Zahara de la Sierra, mientras que el coche tuvo que ser rescatado por efectivos del Consorcio de Bomberos.
Este derrumbe de una infraestructura, que se proyectó a principios de los años 90 del pasado siglo cuando se realizó el propio embalse, condiciona, ahora, la conexión entre Zahara de la Sierra y Grazalema, obligando a los vecinos de ambos municipios a utilizar como única alternativa la carretera del puerto de montaña de Las Palomas. Según el alcalde de Zahara de la Sierra, Juan Nieto, este puente se encuentra a unos 13 kilómetros del núcleo urbano del que es regidor y pertenece al término municipal de Grazalema. Es una vía que conecta, a su vez, con Ronda, que utilizan numerosos visitantes que llegan a la zona.
De otro lado, el temporal de lluvia ha vuelto a marcar un récord pluviométrico en Grazalema. La estación meteorológica que la Aemet tiene instalada en esta localidad recogía entre el sábado y el domingo un total de 302,2 litros de lluvia. El sábado se midieron 110,5 litros mientras que el domingo se registraba la friolera de 191,7 litros. Y claro, el espectáculo está servido. Por ejemplo, los famosos caños de Grazalema sólo revientan cuando hay un caudal excepcional y el domingo se pudo disfrutar de esta estampa de la naturaleza, con chorros de aguas subterráneas saliendo por distintas cavidades a la superficie. En lo que va del mes de febrero, Grazalema ha recogido 461 litros por metro cuadrado.
También, este temporal invernal se dejó sentir en otras poblaciones serranas. Por ejemplo, el abundante caudal que presentaba el río Ubrique por la tromba de agua del domingo inquietó, ya de noche, a los vecinos por la posibilidad de que pudiera desbordarse en algunos tramos. Cabe recordar que este afluente del Majaceite atraviesa el casco urbano de esta localidad serrana y en muchas ocasiones se ha desbordado por la fuerza de su caudal. Otras secuelas de esta ciclogénesis se dejaron notar en la Sierra como la caída de ramas y árboles, inundaciones de inmuebles y cortes intermitentes del fluido eléctrico.
Leído en Diario de Cadiz
