En San Pablo, ha ocurrido totalmente lo contrario.Aquí, los ineptos políticos que nos desgobiernan en nuestro Ayuntamiento, han dicho: que se haga la oscuridad, y están haciendo posible, que llevemos para dos meses de total oscuridad en una de las entradas más importantes de nuestro pueblo.
Se ha hecho la oscuridad porque, parece ser, dos meses después de que unos energúmenos robaran por tercera vez los cables, todavía la concejala responsable del desaguisado, no ha sido capaz de resolver el asunto. Dicen que anda pidiendo presupuestos para comprar los cables, pero que el Sr. Corbacho, el dueño de las perras, tan solícito para todo, no lo es tanto cuando se trata de San Pablo.
De nada ha servido, como tantas veces, que desde aquí, desde la Junta Municipal de Distrito, se les solicite la premura y la urgencia debida, ya que a nadie se le escapa la gravedad de la situación y del problema.
Nos han dejado el “Paseo de la Paz” como la boca de un lobo. Así se expresaba una de las muchas mujeres que utilizan esta zona para pasear. Esto en Jimena no pasa, decían otras. ¿Cuánto tiempo habría estado la Avenida del Calvario, la entrada principal de Jimena, sin luz? Desde luego que dos meses no. Ni un mes, pero que ni una semana.
Ya hace para un mes que recriminé la situación a los señores del gobierno local, tanto en Comisiones Informativas, como en el último Pleno ordinario. Personalmente, a la Sra. Concejala de Vias y Obras,trasladé mi preocupación, advirtiéndole de la proximidad de los Carnavales. Haciéndole ver y comentándole que no sería de recibo que el asunto no estuviera resuelto para entonces. Los carnavales son para muchos vecinos,nuestras señas de identidad más emblemáticas y sin duda, se van a ver empañados, por esa imagen tercermundista que vamos a dar en la retina de los cientos de visitantes que vengan a disfrutar de nuestra fiesta.
No nos lo merecemos, como otras muchas cosas que nos están ocurriendo con este equipo de desgobierno. Pero la realidad es la que es. Para lo nuestro, no existen ni las prisas, ni el interés. Podría contar un sinfín de asuntos para certificar lo que digo, pero los dejaré por si hubiera respuesta a este escrito.
Por ornato, por seguridad, por vergüenza torera, el Paseo de la Paz debería lucir en estos días su alumbrado de gala. No ha podido ser, sencillamente, por la dejación, la incapacidad y el desinterés de unos políticos que llevan demostrando su ineptitud desde que llegaron al cargo. Ahora, eso sí, cobran de nosotros religiosamente, todos los meses.
Andrés Beffa García
Presidente de la Junta Municipal de Distrito de San Pablo
