Estos resultados electorales que se han obtenido eran de esperar, tanto por el PP europeo, por sus políticas económicas, como la falta de oposición creíble del PS europeo. (Hace más de un año escribía en Tiojimeno el resurgir de la extrema derecha y de los nacionalismos en Europa)
Los dos grandes partidos europeos (PP – PS) por los resultados electorales, tendrán que depositar sus mochilas ideológicas en sus respectivas sedes, y por una gobernabilidad tendrán que hacer uso del pragmatismo económico, que pasa por una coalición entre ellos.
Si estos resultados que hemos tenido en España se extrapolan a unas generales (sin contar las diferencias que provocan el voto por distrito) se plantea también la existencia del bipartidismo. Tanto el PSOE como el PP no podrán gobernar en solitario o coaligado con otro partido como así se ha estado haciendo en estos 35 años, por lo que tendrán que sufrir una metamorfosis o realizar la gran coalición que tanto odian.
La metamorfosis del PSOE (que es la que a mí me interesa como ciudadano de izquierda y socialista por convicción) ya no pasa por unas simples primarias “La gran ilusión de las primarias se perdió con las del Josep Borrell” La ilusión de un nuevo proyecto no la transmiten ninguno de los que se escuchan como aspirantes de ellas. La ilusión de un nuevo proyecto no nacerá de unas primarias sino de un Congreso.
Nos hace falta definir nuestra ideología económica en esta crisis como en los tiempos venideros. Durante 100 años nuestra ideología económica se basaba en el marxismo, desde 1979 renunciamos a él y nos hicimos socialitas democráticos en libertad, aceptando los postulados del neoliberalismo a cambio que los excedentes de la plusvalía fueran destinados al estado de bienestar social. Este postulado fue lo correcto en estos 35 porque obligó a la derecha aceptarlo y hacerlo como suyos.
Con la crisis la derecha justifica la necesidad de los recortes del estado del bienestar social y una aplicación económica Neoliberal que nos arrastra al siglo XIX, ante este panorama ideológico tan difuso, los socialistas no hemos encontrado la forma de dar una respuesta creíble e ilusionarte a esta crisis, defendiendo al mismo tiempo el neoliberalismo económico.
Esta metamorfosis ideológica no se consigue con unas primarias, es necesario un Congreso Extraordinario donde se cambien grandes conceptos ideológicos que hagan nacer un nuevo Pablo Iglesias, no el de PODEMOS, sino el nuestro. El Pablo Iglesias fundador de nuestro partido que en el siglo XIX marcó la diferencias entre el ciudadano que vivía de las rentas de dinero y de los que vivían de su trabajo.
E. Alonso
