La concentración de altos indices de sal como consecuencia del escaso caudal del río Guadiaro; nada más verlo a la altura del puente de hierro, hace que la aportación por bombeo de agua al canal de Pacheco en el punto denominado "La Vapora", no pueda llevarse a cabo para dar respuesta a las cientos de hectáreas que se riegan en la zona de San Enrique de Guadiaro dentro ya del término municipal de San Roque. La salobridad en momentos de pleamar si no encuentra un azud de resistencia va en contra de la agricultura de la zona.
Por: Martín Blanco, presidente de la Comunidad de Regantes de San Martín del Tesorillo
Hay que tener en cuenta que el canal de Pacheco arranca en el termino municipal de Casares; 15 kilómetros aguas arriba del Guadiaro. El 90 % es de tierra construido en el año 1.870 por la Sociedad Industrial Agrícola del Guadiaro(Marqueses de Larios) y desde hace infinidad de años desperdicia el 50 % en su trayectoria, a lo que además, hay que añadirle su deterioro como consecuencia de los múltiples agujeros ocasionados por las ratas, todo ello hace que regar más de 300 hectáreas es imposible.
Los regantes de San Enrique, gracias al buen hacer de una determinada empresa que para su uso particular evita año tras año que las pleamares salobricen gran parte del río ha posibilitado el bombeo de agua dulce con total garantía paliando de esta manera esta gravisima situación.
La Comunidad de Regantes de Tesorillo/ San Enrique de Guadiaro, se benefician de esta magnifica actuación que se remonta a más de 50 años.
Estamos convencidos de la generosidad de las autoridades competentes en materia del agua, y que esta solución vital para los regantes de San Enrique no vaya más allá de una semana.
Hay que tener en cuenta que el canal de Pacheco arranca en el termino municipal de Casares; 15 kilómetros aguas arriba del Guadiaro. El 90 % es de tierra construido en el año 1.870 por la Sociedad Industrial Agrícola del Guadiaro(Marqueses de Larios) y desde hace infinidad de años desperdicia el 50 % en su trayectoria, a lo que además, hay que añadirle su deterioro como consecuencia de los múltiples agujeros ocasionados por las ratas, todo ello hace que regar más de 300 hectáreas es imposible.
Los regantes de San Enrique, gracias al buen hacer de una determinada empresa que para su uso particular evita año tras año que las pleamares salobricen gran parte del río ha posibilitado el bombeo de agua dulce con total garantía paliando de esta manera esta gravisima situación.
La Comunidad de Regantes de Tesorillo/ San Enrique de Guadiaro, se benefician de esta magnifica actuación que se remonta a más de 50 años.
Estamos convencidos de la generosidad de las autoridades competentes en materia del agua, y que esta solución vital para los regantes de San Enrique no vaya más allá de una semana.
