Verdades ineludibles hay en tus palabras, amigo Manolo. Verdades que , en el mejor de los casos, se ven aparcadas a veces por la prudencia en el ejercicio de la política y en otras por incompetencias, sin dejar atrás miedos ancestrales y -lo peor y más detestable- la ambición de poder. Y lo más grave, las influencias y las órdenes del “verdadero poder”: el económico.
El “dame pan y dime tonto” de tanto calado en la ciudadanía y en nuestros gobiernos de los años de bonanza económica – inventada por los que hoy tienen más que nunca las riendas del poder, controlando a gobiernos y ciudadanos con la amenaza del pago de hipotecas que les adeudamos – nos está pasando factura. Yo diría una dura factura, bien programada desde hace lustros para frenar la fuerza de la expansión del poder democrático en los gobiernos de los Estados. Ponían en sus manos y y en las de los ciudadanos todo el dinero que necesitaban para sus justas ansias de progreso y crecimiento y todos aceptaban sin percatarse de la trampa.
¡¡¡ Ya nos tienen en sus manos ¡!!
Y qué decir, que no se sepa, de la mil veces maldita corrupción generalizada nacida al amparo de sus pretensiones. Manera también de hundir las instituciones aniquilando la confianza en la democracia.
Es de esperar que el espíritu de renovación latente en la población y que ha dado sus primeros pasos con el apoyo a Podemos, dé a luz a una nueva “casta” de políticos que con prácticas políticas renovadas consigan frenar en nuestro país las pretensiones de los que “orquestan” el orden mundial.
Espíritu de renovación y de nuevas prácticas que no es exclusivo de los que apoyaron a Podemos, sino que subyace quiere aflorar con fuerza también en las bases de los Partidos mayoritarios. Hace falta pues, que la vieja casta dé paso a la nueva con toda la generosidad que se merecen los nuevos tiempos. No hacerlo sería hundirse anclado en el pasado.
Jose María Casuso
