El PSOE marxiano... por Ignacio Trillo


El PSOE ha celebrado de una forma ejemplarizante sus primarias. No obstante, tal como era de prever, el resultado no ha mostrado sorpresa. Allí donde los barones han optado por un candidato, las urnas, en función del estado de su supremacía en el territorio que comanda, han puesto al desnudo el seguidismo de la militancia. En unos casos con rotundidad (Andalucía, Rioja, Canarias, Galicia… a favor de Pedro Sánchez; o, Extremadura, Asturias… en pro de Eduardo Madina) Donde esos liderazgos se hallan cuestionados (Valencia, Madrid…), el voto ha aparecido más dividido, y si se encuentra en plena crisis, (Castilla León), aquí el barón por suplantación ha sido Óscar López, ha vencido el oponente. Y quién ha simulado neutralidad, el efecto de los votos le ha delatado (Euskadi con Patxi López, creyéndose que apostaba por Madina lo hacía realmente por Pedro Sánchez).

Por: Ignacio Trillo (wordpress.com)
En consecuencia, estas primarias ha servido para revelar el termómetro no de la afiliación socialista sino del poder de los barones en cada territorio, y su confluencia mayoritaria en Pedro Sánchez. Digamos que puede ser calificado el escrutinio final como la consecución de un líder que es producto de una confederación de baronías.
Estamos pues ante un PSOE que se ha ratificado en su estructura clientelar, donde el poder orgánico, o el poco poder institucional que actualmente goza, predetermina la opción mayoritaria de una afiliación que en su composición es determinante la cantidad de dependientes económicos que hay en sus filas, o imbuidos en la subcultura: `de lo mío qué´. Ha dejado de ser el partido para la transformación de la sociedad, para mostrarse como un partido enquistado para su supervivencia.

Lejos quedan ya aquellas primarias donde el voto, sin intermediarios, era exclusiva y directamente para los candidatos, como en el combate de hace dieciséis años entre Borrell y Almunia. Entonces, el PSOE contaba con más de 400.000 militantes difíciles de controlar, frente a los 155.000 actuales en que se estima el censo realmente existente. Significativo ha sido que no le hayan dejado copia del mismo al candidato de la alternativa de izquierda, Pérez Tapias, para sacar del mismo a fallecidos y bajas.

Lo que le sucede hoy al PSOE en cualquier zona del territorio español, es extrapolable a todos los rincones donde esté presente, aunque en algunos lugares el deterioro adquiera ya tintes insufribles en comparación a lo que fue este gran partido. Por ello, para sacar lecciones sobre este proceso de primarias me he centrado en el microcosmos del PSOE de Málaga, que conozco en profundidad, en donde quizás se dé la situación más extrema sobre la red clientelar montada con el objetivo de mandar, controlar y medrar, trascendiendo más descaradamente la interesada confusión entre partido e instituciones, a las que se asalta para financiar salarios de liberados, sumisos de la inquebrantable lealtad inalterable, o empleos públicos que se destinan al chalaneo, bajo el falso oropel de asesores institucionales cuyos`currículum vitae´ no dan nada más que para estar en las penosas colas del desempleo.

A pesar de que ahora no gobierne el PSOE en Málaga por motivos evidentes de falta de liderazgo, deméritos obvios y carencia de proyecto, no debe menospreciarse que en un pasado nada lejano fue la pata esencial que ha sostenido en esta provincia el Estado democrático, y de forma abrumador ha estado presente en las instituciones desde el inicio de la andadura democrática, 1977, hasta 1995.
En este sentido, el PSOE de Málaga ha pasado de ser el partido de la primera provincia de España en cosecha porcentual de votos socialista, a, tras las pasadas elecciones europeas, situarse en la última de Andalucía.

La reacción de los líderes del socialismo malacitano después de este último varapalo en las urnas, lejos de reflexionar sobre qué les ha venido ocurriendo, asumir responsabilidades, o hacer autocrítica, ha consistido en mostrar una enorme euforia por la honda caída del PP; o lo que es lo mismo, ver la paja en ojo ajeno y no la viga en el propio. Además, se entretuvieron, en vez de analizar las causas sobre lo acaecido, en hacer muchas extrapolaciones de ficción sobre las municipales de mayo del 2015.

Pasemos a cómo ha abordado el PSOE de Málaga el proceso de primarias y su apuesta por el nuevo liderazgo de Pedro Sánchez, que de incógnito en lo político, gracias a la baronía con Susana Díaz a la cabeza, ha pasado con sobrada habilidad para la mercadotecnia a ser superficialmente bien conocido por la militancia en muy poco tiempo.

Pues bien, esta dirección provincial de los socialistas se ha retratado sobradamente ante su propia militancia y la ciudadanía malagueña en general, apareciendo una vez más apuntándose sin escrúpulos a todo lo que sea o aparente poder. Va de suyo que esta postura reciente en el socialismo malagueño guarda ciertas reminiscencias esperpénticas al estilo de Groucho Marx: “Estos son mis principios. Si no te gustan tengo otros”.

9 de mayo 2013. Visita al PTA de Eduardo Madina llevado por Heredia. En este sentido, la dirección del PSOE de Málaga fue de las primeras a nivel estatal en posicionarse a favor de Eduardo Madina para las primarias abiertas que estaban previstas celebrarse en el mes de noviembre. No era tanto por convicciones como de intuición, como suele actuar. Pensaba en esas fechas de principios del pasado mes de mayo que Madina era el candidato del oficialismo ganador.

Entonces, fue demostrada sobradamente la adhesión al aspirante vasco donde no faltó ni la visita al Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) en Málaga de la mano de Miguel Ángel Heredia, secretario general de la ejecutiva provincial, ni los autobuses para el traslado de forofos para oírle y aclamarle. Militantes movilizados, con gastronomía incluida, llevados al municipio de Torrox, lugar de un mitin a los postres en el único lugar de todo el litoral malacitano que le queda al PSOE donde gobernar y sin mayoría absoluta, en contra de ese rojo de puño y rosa que de punta a cabo costero deparó el devenir democrático.

Eran momentos, ese pasado mes de mayo, en que simultáneamente se observaba en esas sesiones plenarias en el Congreso de Diputados la complicidad reinante entre el veterano diputado Miguel Ángel Heredia -además de secretario general, cuenta con cuarenta y ocho años de edad viviendo de la política, de los cuales dieciocho ininterrumpidos gozando de escaño en la Carrera de San Jerónimo- sentado junto a Eduardo Madina, sonriente con insinuada imagen de `pelotero´ en esa obsesión babosa que le significa la erótica del poder para el sustento familiar.

Pero fue presentar Rubalcaba la dimisión ante el nuevo y esperado revés electoral sufrido en las urnas europeas y modificar el calendario del PSOE con la convocatoria de un Congreso extraordinario, para que todo mudara de aires en los apoyos de Heredia ¿El motivo? Susana Díaz conminó a Eduardo Madina a que no se presentase para la secretaría general del PSOE, y el vasco le respondió negándose a la vez que con el desafío, extrayéndolo de `Bases en Red´, de un militante un voto, mientras huía otra vez de la quema la chaconista Carme a Miami y transcurría la postración de casi todos los barones en romería ante la dirigente sevillana y rociera del PSOE-A rezándole para que se presentase. Pero la cofrade de la Macarena ungió a un desconocido con sus poderes, entonces un tal Pedro Sánchez, y la luz de donde acabaría yendo el nuevo poder se hizo de nuevo presente en Heredia. Con su camarilla cambió de chaqueta ya en pleno verano porque apretaba otro calor, el de Pedro Sánchez.

No desmantelada aún la red de recogida de avales que situó a Susana Díaz hace un año como única candidata a primarias sin urnas, Heredia, al igual que la dirección andaluza, se empleó neutralmente a fondo en su recaudo para el designado Pedro Sánchez. Luego, llegaría, esta vez sí, el voto secreto en las urnas, pero antes de ese día ya el aparato `psoista´ malagueño había visitado con papeleta de Pedro en mano los domicilios particulares de la militancia para expresar la consigna de a quién había que apoyar a la par que localizaba a los desplazados por motivos vacacionales. Que todo quedara atado y bien atado.

Y pocos días después ha tenido lugar el Congreso provincial de los socialistas malagueños, también sin sorpresa, donde, jornadas antes a su celebración, Heredia trazó el guión de a lo que tenían que atenerse los secretarios de las agrupaciones, por lo que les proporcionó la última buena nueva de cómo tenían que elegir a los delegados con destino al cónclave federal de Madrid: La lista la encabezaría el propio Heredia, tenía que ser cremallera, debía reflejar el equilibrio territorial de la provincia, y tenía que excluirse a todos los que hubieran participado en apoyos a los candidatos en las recientes primarias.

Como Heredia no reconoce que ha sido su propia ejecutiva la del apoyo a Pedro Sánchez, estaba claro que era un mensaje de exclusión manifiesta a cuanto oliera a militante votante de Madina o de Tapias. Y así se ha hecho al 100% con la eliminación de cualquier delegado de ese 38% del voto en las urnas de primarias que no fue dirigido al valido de Susana Díaz, es decir, a Pedro Sánchez. Un veterano socialista, ya jubilado, no tendría duda de calificar esa cínica representación de Heredia dirigida contra los militantes que participen en el PSOE discrepando de sus interesadas consignas, con la frase preferida por el Dictador Franco: “Hagan como yo, no se metan en política”.

En ese Congreso malagueño, más bien en sus pasillos, se respiraba el PSOE realmente existente que queda, más allá de los discursos y actos de fe del carbonero, de esos que dicen que todo va a cambiar para mejor a partir de ahora, aunque precisamente procedentes de los de siempre que no deparan el cambio en sus propios relevos. Precisamente, uno de los impulsores de la famosa comida de apoyo a Madina, fue abordado por un invitado ingenuo: “Tú Paco, habrás votado por Madina”, a lo que de inmediato le corrigió: “Para nada, por Pedro Sánchez”. “¿Y eso?”, le contestó el interpelante con cara estupefacta, a lo que el superviviente de todas las batallas orgánicas le explicó: “Una cosa es montar una comida y otra bien distinta es tomar una decisión. Yo siempre me debo a una máxima que mi tío, un militante socialista de toda la vida, que me hizo jurar en su lecho antes del óbito: Paco, prométeme, que tú no te moverás en las cuestiones internas del partido hasta que no veas al último posicionarse y saber quién va a ganar”.
Otro militante, en este caso secretario general de un importante núcleo poblacional que había votado a Madina, fue abordado por un crítico desahuciado y perseguido por la dirección. Con complicidad en su rostro lo saludó, diciéndole al oído: “Por fin coincidimos en una votación. Ahora tenemos que hablar y ponernos de acuerdo para ganar las próximas elecciones municipales y así proponer al mejor candidato y no al de la derrota anunciada que pretende la dirección”. A lo que sin esperar un segundo, recibió un inesperado reproche: “¡Tú estás chalado! ¿Quieres que dure un día más como secretario de la Agrupación?” A lo mejor este militante tenía en mente el cambalache del barón extremeño, Fernández Vara, que en un santiamén pasó de apoyar a Madina, a, una vez conocido el escrutinio, propugnar que en las primarias abiertas solo hubiera un candidato, su nuevo ídolo: Pedro Sánchez Pérez-Castejón.

Miguel Ángel Heredia, arengó en el Congreso provincial de los socialistas malagueños para la elección de delegados a Madrid con frases para la galería, a la que cree tonta, presuntamente autocriticas: “Nosotros nos alejamos primero de la sociedad y tenemos que ser los primeros en acercarnos”.

Al finalizar y ser preguntado de la relación de esa frase pronunciada con las exclusiones a militantes por votar a Madina o Tapias, respondió que en este momento el PSOE debe estar unido, echo una piña detrás de Susana Díaz. O sea, en torno a la que no se ha presentado en las primarias. Eso sí, a la que Heredia le ha pedido ya la secretaría del grupo parlamentario del Congreso, tal vez para “matar” al que hubiera sido su amado dirigente político, Eduardo Madina, de no haberse convertido en el enemigo de Susana Diaz. Heredia tenía que estar ahí en esa cercanía con la triunfadora para seguir viviendo de la cosa pública aunque las formas y fondo mostrado le ahuyenten aún más de la sociedad malacitana de la que dijo ser el primero en aproximarse.

Quedaba más claro aún que la ganadora de estas primarias ha sido la dirigente socialista andaluza, Susana Díaz, que el mismo lunes posprimarias apareció por Ferraz en paseo triunfal para darle las instrucciones a Pedro Sánchez, como posponer `sine die´ las primarias abiertas para elegir la cabeza de lista del PSOE a la presidencia del Gobierno de España, a pesar de que el flamante líder se había comprometido públicamente en el debate junto a Madina y Tapias a realizarla en la fecha prevista. Días después, ambos compartían la naciente bicefalia, por cierto con la que se mostró en desacuerdo Pedro Sánchez en el debate público citado, de cartel con Susana Díaz en el Congreso del PSC de Iceta.

No aprenden en el PSOE. Han perdido una oportunidad de oro para esa regeneración y giro a la izquierda que necesitan, que no solo se logra con el gesto del voto contra Júncker para presidir la Comisión de la UE si no va acompañada de la asunción de una política socialista alternativa al neoliberalismo que salvajemente nos asola. Tal vez experimenten verse obligados a hacerlo no tan lejanamente pero será por mor de `Podemos´ y cuando ya sea por méritos propios demasiado tarde.

26 de julio de 2014
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