" El Rey Ha Muerto, ¡ Viva El Rey!"

“El Rey ha muerto, ¡Viva el Rey!”.
El significado más trascendente de tal expresión es la continuidad de la institución monárquica más allá de las personas que la encarnan. Se utilizaba en la época feudal con el fin de que todo siguiera igual en el reino y en el gobierno.

El Sr. Rajoy ha utilizado esa formula en el relevo de la Jefatura del Gobierno, como si estuviéramos en una época feudal. En vez seguir gobernando como si nada hubiese pasado en la Sucesión de la Corona, lo que procede inmediatamente que Felipe VI es coronado, es que Rajoy tuvo que disolver el Gobierno y convocar elecciones generales.

Por: E. Alonso

La elección del presidente ( Rajoy) se realizó tras las elecciones generales. El rey (Juan Carlos I), previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos que han alcanzado representación parlamentaria, propone un candidato a la presidencia del Gobierno. Después de que el candidato es aceptado por mayoría en el Congreso de los Diputados es nombrado por el Rey (Juan Carlos I) como Presidente del Gobierno en una ceremonia de investidura. Esto quiere decir: Que Rajoy no ha sido propuesto y después nombrado por el nuevo Rey Felipe VI y por un mínimo de decoro político debería de disolver el parlamento y convocar elecciones generales. Otra de las razones para disolver el parlamento, fue su propio juramento: “Juro cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno, con lealtad al rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado….” Rajoy juró lealtad al Rey Juan Carlos I, no a Felipe VI, es decir que tenemos un presidente de gobierno que no ha jurado lealtad a Felipe VI.

Por eso creo que la frase más aceptada no es “El Rey ha muerto, ¡Viva el Rey¡” sino esa que dice: “El muerto al hoyo y el vivo al bollo”