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| Foto: R. Vera |
Mientras, la Plaza de la Constitución acogía a centenares de personas a la espera del acto de apertura de nuestra fiesta, en un ambiente frío y seco. Un ambiente en el que no podíamos decir “huele a feria”.
Bajo la torre apagada del campanario, a media luz, la comitiva fue nombrada junto a sus acompañantes, quiénes ayudaron a subir al cortejo al escenario. Sobre el mismo, cada una de las damas y reinas lanzó un mensaje de bienvenida, dónde la joven Raquel Fernández (coronada como reina juvenil) ofreció un precioso discurso en el que no faltó ningún detalle de nuestro pueblo, haciendo historia y recorrido por todos los rincones jimenatos.
Tras ello tuvo lugar el concierto de la banda de música de Jimena, interpretando un repertorio de pasodobles y boleros preparados para la ocasión. A continuación se procedió a la entrega de trofeos de los campeonatos deportivos celebrados con motivo de la feria. Dos actos de relleno en la programación que aburrió al cortejo y al público presente. Los aplausos de nuestros vecinos brillaban por su ausencia durante todo el acto.
Nuestro alcalde, Guillermo Ruiz, subió al escenario para dirigirnos unas palabras a todos los jimenatos, dónde explicó y pidió disculpas por el corte del suministro eléctrico y deseó una feliz feria en compañía de los nuestros.
El acto finalizó con el tradicional pasodoble de la ciudad “Jimena cuanto te quiero” inaugurando el baile que dio el pistoletazo de salida a nuestra fiesta de agosto.
Poco más tarde, la orquesta Gato Negro era la encargada de amenizar la noche del viernes en la caseta municipal.
Por otro lado, en menos de una hora habilitaron el recinto del aparcamiento del Paseo como “caseta de la juventud”, cuatro focos, cinco vallas y un equipo de sonido apuntando para la caseta municipal que hacía una mezcla de lo lindo. No sé a qué venía aquella explaná, que si no se llenaba en años anteriores cuando cerraban con vallas el aparcamiento no pretenderán que se llene ahora. Creo que el Corral de la Paca cambió anoche de dirección. Pero… ¿quién tiene la culpa?
Siempre he defendido y defiendo que en nuestra feria debemos participar, salir y convivir con nuestra gente, nuestros amigos y nuestro ambiente. No entiendo aquellos que me dicen, yo hoy no voy a salir porque no va a haber nada, y se quedan en sus casas tan panchos. O aquellos otros que aprovechan la ocasión para quitarse del medio y enriquecer otras de las ferias de la comarca. Esa filosofía y ese pensamiento hacen que tengamos lo que nos merecemos. Pero luego criticamos…
El jueves estuve tocando en la feria de Atajate. Una única caseta, una sóla barra, una sola plaza abarrotada hasta las trancas, la turronería y el tirapichón. Chicos y mayores, jóvenes y viejos, juntos y revueltos hasta las siete de la mañana. El santo niño de Gaucín, San Jorge en Alcalá, etc. Cualquier pueblecillo por chico que sea tiene unas fiestas donde todo el mundo disfruta, lo pasa bien y nadie se queja por nada. Pero este pueblo, y me duele decirlo, tiene tela.
Quizás sea el Ayuntamiento el que también tenga algo que ver en esto. Con el nuevo formato de feria, ¿es necesario dos casetas? Es que si hay una nos quejamos.. En mi opinión, tenemos que cambiar la visión de feria y pensar en una velada, pero lo de anoche fue la gota que colma el vaso. Nadie arriba y nadie abajo. ¿No sería mejor apostar por El Paseo y reunir a todos en la plaza? Que no basta con una orquesta, pues en los descanso un Dj para la juventud. Sería cuestión de plantearlo.
Aunque sea a media luz, si hay buena música y te tomas unas copas en buena compañía, ¿qué necesitas más para pasarlo bien? Si cada uno de nosotros pusiéramos nuestro granito de arena, haríamos de lo nuestro lo mejor.La cuestión es que los jimenatos tenemos guasa. Y mucha.
Juzguen ustedes mismos.
Feliz Feria
