Quien mejor describe la primera corrupción es la Biblia: Nos cuenta que el mal disfrazado de serpiente CORROMPIÓ a Eva prometiéndole el poder eterno, si sustraía el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal (la clásica manzana es el Euro actual y el poder eterno es la riqueza). Ésta no pudo aguantar la tentación del poder del Euro y sucumbió a su CORRUPCIÓN.
Eva dio parte de la manzana a Adán y éste se convirtió en "partícipe a título lucrativo" (lo mismo que Ana Mato) y entonces la JUSTICIA DIVINA condenó a un destierro eterno por igual que pasaría de padres a hijos. (Esta misma justicia debería de ser aplicada a los corruptos actuales). La corrupción es el pecado original de la humanidad, estamos condenados a vivir con ella y hay cuatro formas de asumirla:
1º- Aquél para el que la corrupción es su forma de vida.
2º- El que no se corrompe por miedo a que lo cojan y vaya a la cárcel.
3º- El que por conciencia y dignidad no se deja corromper.
4º- Los que no hemos tenido la oportunidad de saber a cuál de las tres opciones anteriores pertenecemos.
En el Imperio:
Cuando en el reinado de Carlos V de España se decía “que en su reinado no se ponía el sol”, se escribió la novela anónima “El Lazarillo de Tormes”, donde se narra que en un país poderoso y el más rico del mundo, había corrupción hasta en la miseria.
La temática de la obra del Lazarillo de Tormes es una crítica, incluso una denuncia, a la hipocresía, porque cada cual busca su provecho propio sin pensar en los demás. Como se dice al principio de la obra, “para ser virtuoso hay que fingir ser virtuoso, no serlo”, y como vemos a diario, es una práctica habitual entre la clase política actual, porque aún vivimos entre pillos y malandrines.
El pasaje de las uvas nos dice: —“Ahora comeremos de este racimo de uvas en partes iguales — Tú cogerás una uva y yo otra, nada más que una hasta acabar el racimo...”. Cuando acabó el racimo dijo el ciego: “Lázaro ¿por qué has comido las uvas de tres en tres? No hice eso, ¿por qué sospecha eso? Está muy claro Lázaro, porque yo comía de dos en dos y tú no reclamabas”. Actualmente ocurre lo mismo, no se denuncia al quien roba dos millones porque el que lo sabe lo hace con tres millones.
En la dictadura:
Para poner fin al periodo económico de la autarquía, era necesario exportar lo máximo para equilibrar la balanza económica con el exterior. Así para animar la exportación se crearon subvenciones al producto exportado y así se animaba a la picaresca y a la corrupción.
En el Caso Matesa- Falsearon la cantidad de productos que se exportaban, para cobrar la subvenciones de esos producto ficticios. Nos enteramos de esa corrupción gracias a que fue una cuestión internacional (fue denunciado por Argentina) y gracias a eso, hubo un juicio y se condenaron a tres ministro. Pero en virtud del indulto concedido por Franco (el indulto fue concedido antes incluso de la confirmación de la sentencia) no pisaron la cárcel. Franco tomó una medida que ahora nos escandalizaría, destituyó tanto a los ministros corruptos como a los que dieron publicidad al tema.
En la democracia:
Salimos de la dictadura, pero con los mismos vicios “vivir del cuento”, sufrimos corrupciones como “Filesa” (entramado de empresas para financiar al PSOE) .
20 años después seguimos con las mismas corrupciones,“Gürtel”( entramado de empresa para financiar al P.P) . Soy muy pesimista acerca del final de este instinto humano, pero si no lo podemos evitar, por lo menos que lo pague bien pagado a quien se coja.
Esa forma de ser muy nuestra, la vi en los años 90 en un reportaje en TV, donde se entrevistaban a unos ancianos en Marbella, sobre la corrupción de su Alcalde. Mientras uno hablaba los demás asentían con la cabeza lo que éste decía:” No me importa que el Alcalde meta la mano en el cajón del Ayuntamiento, porque yo sigo cobrando mi pensión íntegra, lo importante es que el Alcalde ha embellecido las calles con flores y ha limpiado de ellas a las putas y maricones”, ¿dirían lo mismo ahora, cuando han tocado las pensiones? Esto demuestra el poco sentido de la propiedad colectiva que tenemos, ¿alguien cree que esto lo pensaría un ciudadano de la Europa central?
De la corrupción podría escribir un montón de páginas, pero como no quiero caer en el aburrimiento por cansino, quiero dar cinco medidas que pondrían límite a esta cangrena social, o por lo menos se lo pensarían antes de hacerlo:
1º- Que no caduquen las penas (como dice la Biblia: Un pecado para la eternidad).
2º- Penas tan altas en el tiempo, que cuando salgan, sólo tengan ganas de comer sopas. (Que no se cumpla lo que decía J. Gil: “Es más fácil salir de la cárcel que de pobre”.
3º- Si no devuelve lo robado, una vez cumplida la condena, que se le haga un seguimiento de su vida para que le sea imposible gastar lo robado. ¿Sabemos cómo viven actualmente los que robaron y cumplieron la condena y no devolvieron lo robado?
4º- Para que no ocurra lo de Lazarillo, todo aquél que denuncie al corrupto, el estado le dará el 10% de lo robado una vez recuperado.
5º- los indultos no serán concedidos por el Consejo de ministros sino por el Parlamento, para no tener los privilegios de la justicia franquista.
Todo lo demás que se habla de transparencias y otras sandeces son milongas.
Quiero terminar con una reflexión que indica el porqué la sociedad es muy benigna con la corrupción: ¿Por qué el que sustrae una gallina a un ciudadano es un ladrón? (con todo lo que implica esta palabra); mientras el que falsea un presupuesto a cargo del heraldo público, para repartir lo sustraído entre el contratista y él, es un simple corrupto; palabra con una connotación menor, como si fuera un tachón, un borrón que alguien ha cometido. Así nos va.
E. Alonso