El PSOE parece haber ultimado su programa para una Reforma Federal de la Constitución, con el que dice pretender resolver la dialéctica entre lo que denomina Neocentralismo y la Autodeterminación. En este programa se afirma contundentemente que “el modelo autonómico español ha sido un éxito”, para nada más avanzar un párrafo afirmar que “De la experiencia de más de 20 años, tenemos plena y unánime conciencia de que algunas instituciones del modelo no funcionan o lo hacen con notables deficiencias: el reparto competencial, la financiación autonómica, la cámara territorial, la cooperación institucional o la armonización normativa, por citar solo los más importantes”.
Expone el PSOE un decálogo que leído y releído no se alcanza a comprender si el PSOE entiende que de la actual Constitución sobran los artículos: 137 que concreta el modelo territorial, el 138, que habla del principio de solidaridad a través de un equilibrio entre territorios del estado, o el 139 que establece la igualdad de todos los españoles en cualquier parte del territorio.
En el mencionado decálogo que sintéticamente formula el PSOE nada se concreta sobre en qué consistiría su proyecto de una España federal, llamando la atención un tercer punto donde afirma “El reconocimiento y la constitucionalización de aquellos hechos diferenciales y singularidades simbólicas que forman parte de nuestra pluralidad histórica, cultural y política”.
De esta oscura redacción debiera aclararse para así conocer el alcance de la misma.
De que somos diferentes no hay duda y ello más que un problema es una ventaja, ya que conjuntando las potencialidades de las diversas culturas se enriquece el conjunto social.
¿De qué hechos diferenciales y singularidades simbólicas se trata?
Lo de singularidades simbólicas es para nota.
Convendría igualmente aclarar a quienes se refiere el texto cuando dice: ”que forman parte de nuestra pluralidad histórica, cultural y política”.
¡Si!, dice NUESTRA.
Porque en definitiva, si de España se tratara la pregunta sería ¿Y aquellas personas que no se sienten españolas? ¿Ese no sentirse español o española se consideraría un hecho diferencial o una singularidad simbólica?
Y de ser así ¿estas personas que no se sienten españolas estarían incluidas en el ámbito de “nuestra pluralidad”? ¿Quienes conforman ese nosotros? ¿Aquellos que ya se sienten “no españoles”? Porque si se trata de que el conjunto de un pueblo asuma su futuro de manera solidaria, haciendo de las dificultades un vinculo y no una ruptura, entonces tiene sentido reconocer lo que nos une y no lo que algunos dicen nos separa.
Se pensaba que el camino de la separación estaba en la lógica de los nacionalistas (burgueses), pero que se pretenda dar cobertura a su discurso, anunciando que la solución es un cambio constitucional sitúa al PSOE ante una tesitura que con seguridad muchos de sus afiliados y militantes no han valorado en sus justos términos y sobre todo en clave rupturista.
Esgrimir el federalismo cuando de independentismo se trata, suena a no saber qué se quiere decir, porque la respuesta al independentismo es una y no caben apaños. Y no es porque se desee excluir a nadie, sino porque quienes se quieren excluir parece ser que ya lo han hecho. Un mito nunca ha resuelto un falso dilema.
Rafael Fenoy Rico