Otro fin de año... por Rafael Fenoy


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Será posible hacer un resumen de este 2014 que acaba, inexorable, obligatoria e inevitablemente.
Los huma-nos, desde que existimos en este planeta, sólo podemos confirmar que el tiempo pasa y que un año más somos algo más mayores.
Nos deseamos, de todo corazón, que el próximo 2015 sea más venturoso que el viejo año que nos deja.
Confiamos que la suerte, el azar, la fortuna o el destino nos traigan mejores momentos que los vividos en este año que acaba. Todos los medios de comunicación se aprestan a hacer el re- sumen del año y, conociendo que cuando termine el 2015 tendrán que hacerlo, en el mismo momento de que el sonido de la última campanada se apague, vencidas las 24 horas del día 31 de diciembre, comenzaran a recopilar información para que dentro de un año puedan ofrecerlo de la mejor manera. Las grandes efemérides de índole, social, cultural, política, deportiva o científica, quedan reflejadas en los recopilatorios.

 Los hechos menudos, las informaciones de menor importancia quedan ocultas por el brillo mediático de los grandes titula- res. Sin embargo a cada una de las personas los eventos más cercanos son el referente que les permitirá hacer el balance del año que finaliza. ¿Qué de bueno le ocurrió? ¿Qué pasó que no desearía le volviera a ocurrir? Y mucho de ello, sin duda escapó de sus manos, de su voluntad, interviniendo un ciego “destino” que marcó las desgracias o los parabienes. Sin embargo otras circunstancias que propiciaron éxitos o fracasos, si pudieron estar al alcance de sus designios y ello puede suponer una aportación al aprendizaje de esto que llamamos vivir. Posiblemente el mejor resumen del año sea el que cada cual pueda hacer de aquello que le ocurrió. Y si es posible en este momento de reflexión encontrar la clave del “por qué”, el aprendizaje obtenido sin duda ayudarán a que el próximo año sea algo mejor que el que se finiquita.
 Que 2014 fue el año del tal o cual equipo deportivo; que la corrupción se extendió a más personas e instituciones; que tenemos más reyes y reinas que nunca; que el bipartidismo, se bi- parte; que los de siempre no quieren seguir siendo lo que son y además quieren que los que son no lo sean; que otro mundo es posible, siempre que sea el que han diseñado los que mandan; que podemos intentar pero que no podemos conseguir; que todo va mejor para unos cuentos y mucho peor para el resto, aun- que las cifras, siempre impersonales, no justifiquen tanta eufórica recuperación y se acojone al personal con la incógnita amenazante de los que pueden ganar si no son los de siempre....
En definitiva... ¡Un resumen bien hecho! ¡Como mandan los cánones
 Para quienes puedan sentir en su interior una cierta felicidad y algo de optimismo, que el nuevo año les sea propicio; para quienes sienten el dolor, la angustia de vivir una dramática situación, que 2015 les traiga mucho consuelo y esperanza. dos mucha
SALUD y TIEMPO para disfrutarla.
Rafael Fenoy

31 de diciembre de 2014
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