Dice el presidente del gobierno que 2014 fue el año de la recuperación y 2015 será el del despegue.
Su ministro de Economía y Competitividad dice que los españoles ya no temen perder su puesto de trabajo.
Quiero pensar que lo dicen porque creen que es así; que su realidad, y su entorno, así se lo hacen ver encubriendo bajo las estadísticas e inferencias del secretario de turno, el empleo precario, el paro, los desahucios, la sanidad pública y la huida de jóvenes al extranjero.
Lo contrario sería puro cinismo; regodearse del dolor ajeno que el pueblo español no merece.