La vida está basada en “modas”. La enseñanza no se queda al margen. Un gran número de docentes apoya este nuevo método de cálculo, afirmando que es mucho más efectivo que el tradicional.
En primer lugar, creo que la mayoría de los docentes compartirán dos cosas conmigo:
1) Prácticamente, la totalidad de los alumnos, aprenden las operaciones básicas (suma, resta, multiplicación y división). Estas operaciones, son bastante sencillas y se ponen en práctica constantemente, razón por la cual, la mayoría de los alumnos, las dominan una vez terminada la Educación Primaria, a excepción de aquellos que puedan tener alguna dificultad en el aprendizaje, o bien, aquellos que no muestran interés por el mismo.
2) El principal problema de las matemáticas, es el la comprensión y la resolución de problemas.
Este método no aborda el segundo punto. Sólo está basado en el cálculo, por lo tanto, no hace frente al principal problema que se plantea en el área de matemáticas.
Aquellos que apoyan este nuevo método (ABN) presumen de que es el mejor, de que con él, los alumnos tendrán más éxito y que el tradicional está obsoleto y no desarrolla el cálculo mental.
Supongo que, este método, no se ha inventado ahora. Creo que existe desde siempre, pero que no se ha utilizado, debido a que no es práctico, pues es mucho más complejo que el tradicional. Desde mi punto de vista, cualquier operación que se resuelve de forma sencilla mediante el método tradicional, se complica cuando la abordamos con el método ABN.
El método tradicional para resolver operaciones, supongo que se inventaría, para que el ser humano, se enfrentara a situaciones con números en los que, debido a su magnitud, no es capaz de resolverlas mentalmente.
En las multiplicaciones, por ejemplo, cuando mentalmente no se puede calcular el resultado de multiplicar un número de 3 cifras por otro de 2, o 3 cifras, el método tradicional, nos permite operar por partes, multiplicando cada uno de los números de un factor por cada uno de los números del otro factor, llegando a un resultado definitivo a través de la resolución de pequeñas multiplicaciones y aplicando finalmente una suma.
Actualmente me encuentro realizando un curso de formación, y sinceramente, el método ABN, no facilita esa tarea, sino todo lo contrario. Este problema se acentúa cuando hablamos de multiplicaciones por decimales. Estas afirmaciones, se pueden aplicar igualmente al resto de operaciones básicas (suma, resta, división).
Mi pregunta es: Si las operaciones básicas son sencillas y se obtienen buenos resultados con ellas, ¿por qué cambiarlas por otras que hacen el proceso de resolución mucho más complejo?
Dicen los defensores del ABN, que éste, desarrolla el cálculo mental. Pues bien, el cálculo mental, se puede desarrollar, independientemente del método que se utilice, de hecho, siempre se ha trabajado.
La aplicación de este método puede traer problemas para el alumnado, ya que algunos docentes pueden optar por llevarlo a la práctica y otros no. Esto puede crear confusión en el alumnado. Es más, aunque en un centro educativo, se establezca este nuevo método, desde edades tempranas.¿Qué ocurrirá con aquellos alumnos que cambien de centro educativo y no continúen con este método?
Yo lo tengo muy claro. No voy aplicar el método ABN, si no es por imposición, ya que lo considero más complejo que el tradicional, pero no más eficaz.
Invito al profesorado a reflexionar sobre los posibles perjuicios que se puede ocasionar en los alumnos, quedándose por resolver, sin embargo, el principal problema de las matemáticas: “la comprensión y resolución de problemas”, no abordable desde el ABN.
RUBÉN REYES CORTÉS.
